y los envió por delante...
Oremos por el Cónclave
Alejandra María Sosa Elízaga**
No me extraña que en muchos medios de comunicación lo pasen por alto.
En las gráficas a color que publican los diarios, en las animaciones que presentan en televisión e internet explicando el Cónclave paso a paso, siempre ‘olvidan’ mencionar lo más importante: que antes y durante todo el proceso, ocupa un lugar privilegiado la oración.
Claro, ellos consideran la transición papal desde una óptica mundana, como si simplemente se tratara de sustituir al presidente de una empresa.
Pero no es así.
La Iglesia no es una institución fundada por hombres sino por Dios, por lo cual siempre, y en especial cuando se trata de tomar una decisión tan importante, levanta hacia Él la mirada para consultarlo.
De ahí que dé tal relevancia a la oración antes y durante el Cónclave.
Tenemos al menos cuatro ejemplos de ello:
- Cuando se llevan a cabo las llamadas ‘Congregaciones’, reuniones en las que los Cardenales reciben y comparten información para determinar el perfil del Papa que la Iglesia necesita, dedican gran parte de su tiempo a orar; pasan horas a ante Jesús Sacramentado, en diálogo íntimo con Él, para pedirle Su luz y su guía.
- El Cónclave inicia con la celebración de la Misa ‘Pro eligendo Sumo Pontifice’ por la mañana. Claro, sólo en la Eucaristía pueden los Cardenales hallar la fuerza, la gracia divina que necesitan para cumplir lo que les será encomendado.
- Cuando los Cardenales se dirigen hacia la Capilla Sixtina, en la que tendrá lugar la votación, van orando, cantando el Veni Creator, un himno del siglo IX en el que piden la luz del Espíritu Santo.
- Y, por último, cabe mencionar que está considerado que si en tres días nadie ha resultado electo, se detenga la votación y se dedique todo un día principalmente a la oración.
Queda claro que en todo este proceso el elector más importante, ha sido y seguirá siendo el Espíritu Santo.
Ahora bien, no sólo a los Cardenales les compete la obligación de orar, también a nosotros.
La Constitución Apostólica ‘Universi Dominici Gregis’ pide que ‘el pueblo de Dios se una en ferviente oración, en imitación de los discípulos que se reunieron con María en Pentecostés, para pedir por el Cónclave.’
Respondamos este llamado, asistiendo diario a Misa, visitando el Santísimo, rezando el Santo Rosario, ofreciendo ayunos y sacrificios por los Cardenales que elegirán al nuevo Papa, y oremos por él, para que el Espíritu Santo lo ilumine y sostenga en su difícil encomienda.
El dr Mark Miravalle, de la Universidad Franciscana de Steubenville, escribió esta bella oración que puedes copiar o recortar y repartir en tu parroquia.
ORACIÓN POR LA ELECCIÓN DEL PRÓXIMO PAPA
Padre Celestial:
Nosotros, el pueblo de Dios, reunidos en solidaridad, como hicieron los discípulos en Pentecostés, oramos para que el Espíritu Santo descienda sobre los Cardenales que participarán en el Cónclave para elegir al próximo Vicario de nuestro Señor Jesucristo.
Que los corazones de nuestros Cardenales se abran a la sabiduría del Espíritu Santo, más allá de cualquier juicio humano, para elegir al candidato que más te agrade a Ti, Padre Celestial, para que guíe Tu Iglesia en este momento histórico.
Invocamos a nuestra Madre María, que en Pentecostés estaba unida en oración con los discípulos, para que interceda por nuestros Cardenales para que elijan a un Santo Padre que sea dócil a las mociones del Espíritu Santo.
Santa María, Madre de Dios y de la Iglesia, encomendamos este Cónclave a tu Inmaculado Corazón y ofrecemos estas oraciones para pedir tu guía y protección en la elección del próximo Vicario de tu Hijo.
Padre Nuestro; Ave María y Gloria
María, Madre de la Iglesia, ¡ruega por nosotros
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