y los envió por delante...
a todas las ciudades y sitios a donde ÉL había de ir...'
(Lc 10,1)

¡Aprovecha Su misericordia!

Alejandra María Sosa Elízaga**

¡Aprovecha Su misericordia!

El Señor se le apareció a Santa Faustina Kowalska (1905-1938) religiosa polaca.

Le pidió dar a conocer Su Divina Misericordia a través de tres medios:

  1. Veneración de Su imagen.
    En la imagen con una mano bendice y tiene la otra sobre el pecho de donde brotan dos rayos: agua y sangre, para dar vida a las almas.
    Prometió grandes gracias a quien la venere.
  2. Rezo de la Coronilla de la Divina Misericordia.
    Inicia con Padrenuestro, AveMaría y Credo.
    Luego, como un Rosario, se rezan cinco decenas del modo siguiente:
    En las cuentas grandes decir:
    "Padre Eterno, te ofrezco el Cuerpo y la Sangre, el Alma y la Divinidad de Tu amadísimo Hijo nuestro Señor Jesucristo, como propiciación de nuestros pecados y los del mundo entero.
    Y en las diez cuentas pequeñas decir: 
    "Por Su dolorosa Pasión, ten misericordia de nosotros y del mundo entero".
    Al terminar las cinco decenas se reza tres veces:
    "Santo Dios, Santo Fuerte, Santo e Inmortal, ten misericordia de nosotros y del mundo entero".
    Con ello termina. Puede añadirse la jaculatoria: 
    "Oh, Sangre y Agua que brotasteis del costado de Jesús como fuente de Misericordia, en vos confío".
    Puede rezarse a cualquier hora pero es preferible rezarla a las tres de la tarde, pues el Señor dijo:
    "Ésta es la hora de la gran misericordia para el mundo entero... en esta hora nada le será negado al alma que lo pida por los méritos de Mi Pasión."
    Prometió grandes favores a quien la rece.
    Por ejemplo dijo que si un pecador la reza de corazón aunque sea una vez en la vida, Él tendrá misericordia de su alma; y que si se reza al lado un moribundo, lo recibirá, cuando éste muera, no como Juez sino como Salvador Misericordioso.
  3. Fiesta de la Divina Misericordia. El 2º Domingo de Pascua (este 15 de abril).
    Para ganar indulgencia plenaria ese día confesarse, ir a Misa, comulgar, orar por el Papa y rezar a la Divina Misericordia.
    Quien por razón grave no pueda ir a la iglesia, puede obtener la indulgencia si con total rechazo al pecado e intención de cumplir las condiciones en cuanto pueda, reza Padrenuestro y Credo ante una imagen de Jesús y añade:
    "Jesús Misericordioso, confío en Ti".

 

(Lee el decreto en http://bit.ly/fveXpm).
Y como la misericordia recibida debe también compartirse, no olvides realizar obras (corporales y espirituales) de misericordia.
"Bienaventurados los misericordiosos porque obtendrán misericordia" (Mt 5,7)

* Publicado en "Desde la Fe", Semanario de la Arquidiócesis de México, domingo 15 de abril de 2012, año XVI, n.790, p.6