y los envió por delante...
a todas las ciudades y sitios a donde ÉL había de ir...'
(Lc 10,1)

Temor de reprobar

Alejandra María Sosa Elízaga*

Temor de reprobar

Un predicador ‘televangelista’, Jimmy Bakker, que fue famoso en los ochentas, terminó en la cárcel por sus fraudes e inmoralidades. Un amigo suyo lo visitó y le preguntó: ‘¿Qué sucedió? ¿cuándo dejaste de tener amor a Dios?’

Bakker contestó: ‘Nunca dejé de tener amor a Dios. Lo que no tuve fue temor de Dios.’

¿A qué se refería? A que se acostumbró a pensar en Dios como ese ‘cuatacho del alma’ al que le puedes hacer trastadas al fin que te las aguanta y no pasa nada, y se le olvidó que aunque es cercano y amoroso, es Dios y nosotros simples criaturas llamadas a amarlo, servirlo, obedecerlo.

Perdió el ‘temor de Dios’, ese don del Espíritu Santo que consiste no en tenerle miedo a Dios, sino tal adoración y respeto que tememos desagradarle, no sólo porque lo amamos, sino también porque sabemos que un día, en nuestro juicio particular y al final de los tiempos en el Juicio Final, deberemos darle cuentas de si cumplimos o no Su voluntad.

El Segundo Domingo de Pascua celebraremos la Divina Misericordia. No nos conformemos con gozar sabiendo que el Señor es cercano y misericordioso. Tengamos presente que nos pide imitarlo, que ha dicho que son los misericordiosos los que obtendrán misericordia, y un día nos llamará a Su presencia y, como Justo Juez, nos examinará y nos dará lo que merezcan nuestras obras.

Decía san Juan de la Cruz que al final de la vida seremos examinados en el amor. No seamos como esos alumnos que pensando que su ‘profe’ era rete buena gente se confiaron y reprobaron, sino como los que sabiendo que era exigente, tuvieron temor de reprobar, se prepararon y aprobaron.

Publicado el domingo 31 de marzo de 2024 en 'Desde la Fe', revista quincenal de la Aquidiócesis de México, y en la pag web y de facebook de Ediciones 72