y los envió por delante...
a todas las ciudades y sitios a donde ÉL había de ir...'
(Lc 10,1)

De vacaciones con el Señor

Alejandra María Sosa Elízaga*

De vacaciones con el Señor

Si Dios te invitara a ir de vacaciones con Él, ¿irías? Seguramente sí. Pues bien, ¿que te hace pensar que no lo ha hecho? Y antes de que vayas a revisar tu buzón a ver si te llegó algún 'paquete vacacional' proveniente del cielo, déjame aclararte que a lo que me refiero no es a viajar a algún 'destino turístico' como le dicen los agentes de viajes, sino a dejar tus ocupaciones habituales y disponerte a pasar un tiempo dedicado por completo a Dios, en otras palabras, a irte 'de retiro'.

Alguno puede decir: "ay no, eso de 'retiro' suena ya muy extremo, como para curas y monjitas, o beatas y mochos que no tienen otra cosa que hacer que pasarse todo el día rezando; que vayan ellos, eso no es para mí, yo no soy de 'esas ondas". Quien piensa así tiene una visión distorsionada de lo que es un retiro, por lo cual vale la pena aprovechar este espacio para aclarar algunos puntos:

¿En qué consiste eso de irse de retiro? 

En hacer un alto en la propia vida para volver el rostro hacia Dios y, con Su ayuda, examinar la propia vida al amparo de Su amor y de Su Palabra, encontrar en Él nueva luz para reemprender el camino y 'cargar baterías' para volver al mundo con ánimo renovado y fortalecido.

¿A quién le sirve ir a un retiro? 

A todos. No es algo sólo para sacerdotes o personas de vida consagrada. Hay retiros para todos los gustos y todas las edades, por ejemplo para jóvenes, matrimonios, católicos en general; en fin, cualquiera puede encontrar un retiro hecho a su medida.

¿Cuánto tiempo dura un retiro?

Varía. El mínimo recomendable es de una jornada, que empieza temprano en la mañana y termina por la noche; el más popular es el retiro de fin de semana, que comienza el viernes por la tarde o noche y termina el domingo por la tarde o noche.

También hay algunos que duran una semana, incluso un mes. Depende del tiempo y dinero con que cuentes.

 ¿En dónde se realiza un retiro? 

La gran mayoría se lleva a cabo en conventos o casas que pertenecen a alguna orden religiosa, pues suelen ser lugares muy propicios para esto: con amplios y bellos jardines que invitan a la contemplación y a la meditación, capilla, comedor, habitaciones adecuadas, etc. Pero puedes hacerlo en cualquier parte, incluso en tu propia casa.

¿Qué se hace en un retiro?

Varía mucho pero en la mayoría se sigue un horario que permite a los asistentes tener tiempo suficiente para tomar sus alimentos, descansar o hacer ejercicio, asistir a alguna charla, leer la Palabra de Dios, acudir a Misa, orar ante el Santísimo, en suma, reflexionar y dialogar sabrosamente todo el día con el Señor. Los retiros para niños o jóvenes incluyen también un buen espacio para 'dinámicas' y actividades recreativas que los mantienen interesados a la vez que divertidos.

En algunos retiros se pide absoluto silencio a los asistentes, lo cual crea un ambiente de mucha paz que permite a cada persona mantener su reflexión interior sin tener que interrumpirla con una de esas charlas banales que suelen entablar los desconocidos que comparten momentáneamente una mesa, un pasillo, un salón, etc. Es un verdadero descanso para el alma (¡y los oídos!).

En la mayoría de los retiros los asistentes tienen posibilidad de charlar y aclarar sus inquietudes con el director espiritual, y desde luego, también pueden confesarse.

¿Cuándo hay retiros? 

Todo el año.

¿Cómo saber a qué retiro asistir? 

Pregunta a algún sacerdote. Revisa los aviseros o el boletín de tu parroquia, ahí suelen anunciarse estos eventos. Si hay una orden religiosa cuya espiritualidad te gusta, pregunta en su casa o convento si van a llevar a cabo algún retiro: Pide a miembros de tu comunidad, a familiares y amigos que te recomienden un retiro al que hayan ido, y, sobre todo, píele al Señor que guíe tus pasos para que sepas acudir donde y cuando Él quiera, al sitio preciso en el que pasarás en Su compañía las mejores vacaciones de tu vida.

Publicado el domingo 2 de julio de 2017 en la pag. 2 de ‘Desde la Fe’, Semanario de la Arquidiócesis de México; y en las pags web y de facebook de de ‘Desde la Fe’, SIAME (Sistema Informativo de la Arquidiócesis de México), y Ediciones 72, editorial católica mexicana.