y los envió por delante...
a todas las ciudades y sitios a donde ÉL había de ir...'
(Lc 10,1)

¿Por qué encomendarnos a María?

Alejandra María Sosa Elízaga*

¿Por qué encomendarnos a María?

DIÁLOGOS DE DOÑA TEÓFILA Y DON DUDOSO

 

Doña Teófila:
¡Hola compadrito, gusto en saludarlo!, ¿cómo está?

Don Dudoso:
¡Qué tal!, pues aquí buscándola porque tengo una duda. Hablé con un amigo de ésos que no aceptan nada que no esté escrito en la Biblia, y me preguntó que dónde dice en la Biblia que nos encomendemos a María?

Doña Teófila: 
Su amigo no se ha percatado de que en ninguna parte de la Biblia dice que sólo se acepte lo que esté escrito en ella, así que ese principio se mete un autogol y se autodestruye en cinco segundos tic tic tic tic tic ¡¡buuum!!

Don Dudoso:
Ja, ja, ja. ¡Le voy a decir! Pero y qué le contesto a lo que me preguntó?

Doña Teófila:
Para responderle, hay que considerar varios textos bíblicos. 
En Jn 18, 37 Jesús afirma que es Rey. Y ¿sabe Ud en la Antigüedad, quién era la mujer de mayor importancia e influencia para un rey?

Don Dudoso:
¿Su esposa?

Doña Teófila:
No, porque solían tener ¡un titipuchal! Era su mamá. Por ejemplo, en 1Re 2, 19-20 se narra que Betsabé, la madre del rey Salomón, entró a su presencia, y éste se levantó, se postró ante ella, mandó traer un trono para sentarla a su derecha y le prometió concederle lo que le pidiera.

Don Dudoso:
Ah, ya veo, y como Jesús es Rey, y María es Madre del Rey, Él le concede lo que le pida. 

Doña Teófila:
Sí, ya ve lo ocurrido en la boda en Caná, según Jn 2, 1-11; María le comentó a Jesús que no había vino y Él respondió que no había llegado Su hora, pero cuando Ella pidió a los sirvientes: “hagan lo que Él les diga”, Él no se desentendió, sino intervino y realizó Su primer milagro.

Don Dudoso:
Queda claro que María es la Reina Madre y que Jesús le concedió lo que le pidió, pero, según mi cuate, María se murió, ya no puede pedir nada.

Doña Teófila:
¡Qué disparate! Si María hubiera muerto, su sepulcro sería ¡el sitio de peregrinación más visitado en todo el mudo!, pero ¿cómo iba Jesús, a permitir que la Madre que lo llevó en su seno quedara descomponiéndose en un sepulcro? 

Don Dudoso:
No, pues sí, horroriza hasta pensarlo.

Doña Teófila:
Recordemos que en Sal 16, 10 dice “no dejarás que tu fiel experimente la corrupción”, y que en Hch 2, 27-33 se ve que san Pedro lo interpretó como referido a Cristo, pero también aplica a María, ¿quién hubo más fiel que Ella que mantuvo ese sí, de principio a fin?
Los católicos creemos que fue asunta en cuerpo y alma al cielo. Y hay un argumento bíblico que nos da la certeza de que vive en el cielo: Jesús afirmó que Dios “no es un Dios de muertos, sino de vivos, porque para Él todos viven” (Lc 20, 38). María vive en el cielo, al lado de su Hijo.

Don Dudoso:
Pero siendo Reina, ¡es demasiado importante!, ¿cómo atrevernos a encomendarnos a Ella?

Doña Teófila:
¡Porque es nuestra Madre y nos ama! Recordemos que Jn 19, 26-27 narra que Jesús la encomendó “al discípulo al que amaba”. No da su nombre para que en ese discípulo nos reconozcamos todos.
Jesús nos la dio como Madre y Ella nos aceptó como hijos, ¿¡cómo vamos a desaprovechar su poderosa intercesión maternal y amorosa!?
Y por último, pregúntele a su amigo: ¿Qué crees que es más factible que Jesús nos reproche cuando lleguemos a entregarle cuentas? ¿Que amamos y veneramos a Su Madre o que la ignoramos o, peor aún, la despreciamos?

Don Dudoso:
¡No, pues ahora si queda muy claro, muchas gracias, me voy a platicar con él. ¡Que tenga buen día!

Doña Teófila:
¡Gracias, igualmente, saludos a mi comadrita! Y feliz mes de mayo, dedicado a honrar a nuestra Madre María!

Publicado en 'Desde la Fe', Semanario de la Arquidiócesis de México, domingo 8 de mayo de 2016, p. 2, y en las páginas web y de facebook de 'Desde la Fe', de SIAME (Sistema informativo de la Arquidiócesis de México) y de Ediciones 72, domingo 8 de mayo de 2016.