y los envió por delante...
a todas las ciudades y sitios a donde ÉL había de ir...'
(Lc 10,1)

¿Cantas en Misa?

Alejandra María Sosa Elízaga**

¿Cantas en Misa?

Decía San Agustín: “quien ora cantando, ora dos veces”, como quien dice que nuestra oración cuenta el doble si la hacemos cantada; se ve que a Aquel que inventó la música, le gusta que nos dirijamos a Él cantando, no le hace que nuestra voz se preste más para cantar en la regadera que en Bellas Artes.

Así las cosas, no sorprende que en la Segunda Lectura que se proclama este domingo en Misa (ver Ef  5, 15-20), proponga san Pablo: “expresen sus sentimientos con salmos, himnos y cánticos espirituales, cantando con todo el corazón las alabanzas al Señor”.

Muchos creyentes gustan de cantarle a Dios, algunos sin que nadie más los oiga, y otros en público.

Pero hay algunos que aunque tienen buena voz y les gustaría cantar, por ejemplo en Misa, no se atreven porque no saben cómo y temen hacer el ridículo y sobre todo incomodar o distraer a la gente en lugar de inspirarla.

Si estás en ese caso, aquí tienes diez indicaciones básicas para que sepas cantar adecuadamente en Misa, y te animes a hacerlo:

  1. Lo primero que debes tomar en cuenta es que el canto no tiene por objetivo “amenizar” la celebración, sino hacer que la asamblea se “sintonice” por así decirlo, en una sola voz, en una sola alma, y exprese musicalmente su participación, su oración.
  2. Antes de Misa, consulta el Misal para que sepas elegir los cantos adecuados para lo que se celebra.
    No se canta lo mismo en Cuaresma que en Navidad, en una fiesta de María o en una Solemnidad del Señor, en una Misa matutina o vespertina.
    Lo ideal es que elijas cantos relacionados con lo que se está celebrando.
  3. Da preferencia a cantos que toda la gente conoce, para que no parezca concierto de solista.
    No es bueno que la gente se limite a escucharte sin participar.
  4. Hay cantos de moda cuya letra contiene errores.
    Por ejemplo: “Jesús Amigo” dice: “me vuelves a salvar, como lo hiciste en la cruz, en cada Misa tu, repites tu sacrificio”, lo cual es una aberración.
    Cristo no nos “vuelve a salvar” en cada Misa, Su sacrificio no se “repite”, se actualiza.
    Cuida que lo que cantes no induzca a nadie al error. Si tienes duda, pregúntale al padre.
  5. Termina el canto de entrada cuando el padre llegue al frente y esté listo para empezar; no lo dejes él y a la asamblea esperando a que acabes de cantar todas las estrofas.
  6. Si el padre emplea en el Acto Penitencial el “Señor ten piedad”, ya no lo cantes.
  7. Si cantas el Gloria, Santo, Padre Nuestro y Cordero de Dios, toma en cuenta que el Papa Benedicto ha pedido que se canten como se rezan, sin alterar en nada la letra.
  8. Cuando hay Aleluya antes del Evangelio debes cantarlo, nunca recitarlo; tampoco sustituirlo por un canto que no tenga la palabra “Aleluya”.
    Si no sabes cantarlo, haz una pausa, de seguro el padre o alguien de la asamblea lo cantará.
  9. El canto de la Comunión debe ser suave, que invite a la gente a orar, y debe terminar cuando termina la fila de quienes comulgan, para dar paso al “silencio sagrado” que permita a quienes recibieron la Eucaristía, entrar en oración sin distracción.
  10. Siempre ten presente que la Misa no es para que des un concierto, nunca busques tu lucimiento personal, sino poner tu voz al servicio de Dios.
* Publicado en "Desde la Fe", Semanario de la Arquidiócesis de México, el domingo 19 de agosto de 2012, año XVI, n.808, p.6.
También en la pag. web de "Desde la Fe" (www.desdelafe.mx) y en la del Sistema Informativo de la Arquidiócesis de México (www.siame.com.mx).
Para profundizar en el tema, te recomendamos su libro: "Ir a Misa ¿para qué? Guía práctica para disfrutar la Misa" en la que viene un anexo muy completo para quienes cantan en Misa.
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