y los envió por delante...
a todas las ciudades y sitios a donde ÉL había de ir...'
(Lc 10,1)

¿A quién no le gusta Navidad?

Alejandra María Sosa Elízaga*

¿A quién no le gusta Navidad?

Decía el famoso obispo norteamericano Fulton Sheen que hay millones de personas que odian a la Iglesia Católica por lo que equivocadamente creen que ésta es, y muy pocos los que la odian por lo que en realidad es.

Este dicho puede aplicarse también a la Navidad.

Impresiona la cantidad de películas de tema navideño que ofrecen a sus suscriptores los sistemas de video en internet, y en la mayoría no falta un personaje que declara que no le gusta la Navidad. Pero resulta que lo que no le gusta en realidad no tiene nada que ver con lo que verdaderamente se celebra en Navidad. Suele ser que no le gusta que siempre le dan malos regalos, o que se harta de oír villancicos en los comercios, o que considera cursis las decoraciones navideñas o que no le gusta cenar pavo con ciertos parientes (suyos, no del pavo). Y uno esperaría que algún otro personaje sacara al autodeclarado ‘Scrooge’ de su error y le hiciera comprender que la Navidad es otra cosa, pero nunca sucede. Más bien suelen invitarlo a ‘redescubrir la magia navideña’ y lo llevan a cortar su propio pino o lo ponen a hornear galletas de muñequitos o a armar casitas de jengibre. En ninguna parte se muestra un Nacimiento, y desde luego nadie menciona a Jesús ni a Su Sagrada Familia. Y así se promueve y perpetúa el error y se comunica a espectadores que se van acostumbrando a creer que la Navidad es todo lo superfluo.

Todavía no he oído, y no creo que lo vaya a oír, que alguien diga que no le gusta la Navidad por lo que realmente se celebra y es la única razón para alegrarnos: que Dios nos envió a Su Hijo para salvarnos.

Publicado el domingo 22 de diciembre de 2024 en 'Desde la Fe', revista de la Arquidiócesis de México, y en la pag web y de facebook de Ediciones 72