Ayuda a cristianos perseguidos
Alejandra María Sosa Elízaga*
Muy probablemente tienes una parroquia cerca, e incluso más de una. En México hay lugares, como Cholula, en los que hay 365 iglesias, ¡una para cada día del año!, pero en muchos países los católicos no pueden asistir a Misa porque su parroquia fue bombardeada, quemada, destruida, o lo tienen prohibido.
Tal vez conoces a alguien que colgó su Rosario en el espejo retrovisor del coche, pero hay países en los que la persona que se atreva a mostrar en público su Rosario se lo quitan, lo rompen y la encarcelan.
Seguramente tienes una Biblia en tu hogar, pero hay países en los que se considera subversivo poseerla, y si las autoridades, que en cualquier momento irrumpen en las casas para catearlas, la encuentran, a la familia puede costarle la vida.
Quizás portas una medalla o un crucifijo al cuello, pero hay países en los que es delito mostrar esos artículos.
Son cuatro ejemplos que nos dan una idea de las terribles condiciones de acoso y violencia que padecen los católicos, sobre todo en Medio Oriente, Asia y África.
¿Qué podemos hacer al respecto?
Orar diaria e intensamente por ellos es lo más importante. Pero también apoyarlos económicamente.
Este domingo 20 de octubre es el Domingo Mundial de las Misiones (DOMUND), en el que lo que se recaude en la colecta durante las Misas se destinará a apoyar a quienes valiente y heroicamente arriesgan su vida con tal de llevar la fe a esos países en los que los católicos viven en situaciones desesperadas de marginación y persecución.
Seamos generosos, con nuestros donativos y nuestra continua oración.