¿Cómo celebrarle su cumpleaños a María?
Alejandra María Sosa Elízaga*
¿Acostumbras festejar el cumpleaños de la Virgen María?
Es una fiesta que la Iglesia celebra cada 8 de septiembre, pero que, quién sabe por qué, la mayoría de la gente no acostumbra celebrar en casa. ¡Es hora de que eso cambie!
Considera esto: ¿cómo acostumbras festejar a una persona que cumple años? Probablemente la felicitas, la vas a ver, le cantas las mañanitas, le llevas flores o un regalito, le expresas tu cariño y gratitud por lo que significa en tu vida, y tal vez incluso la invitas o aceptas su invitación a compartir un pastel con velitas. Pues bien, ¡todo eso se puede hacer por María en su cumpleaños!
Felicítala. A lo largo del día dirige hacia ella tu pensamiento y exprésale tu amor.
Visítala. Como su cumpleaños es en domingo, no se festeja litúrgicamente, pero aprovechando que ese día vas a Misa, detente un momento a orar ante su imagen.
Cántale las mañanitas. Puedes cantarle en casa, con tu familia. Y preguntar a quien celebre la Misa, si permite que al final la comunidad le cante las mañanitas a María.
Dale flores; coloca ante su imagen, en casa o en la iglesia, una flor o un ramito de flores, las más bellas y frescas par Ella.
Regálale lo que más le gusta: que imites sus virtudes. Este día realiza algo como lo haría Ella. Por ejemplo, visita a quien está solo o necesitado de ayuda; haz un favor; como hizo ella con su prima Isabel; o perdona a alguna persona que te haya hecho daño, como hizo ella, que no guardó rencor a quienes dejaron solo a Jesús en el Huerto y en la cruz. Los niños pueden hacer y obsequiarle un dibujo de ella inspirado en el Ave María, el Magníficat o cualquier otra oración mariana, o en la letanía.
Exprésale tu gratitud. Reza en familia un Rosario, no para pedirle algo sino para darle gracias.
Por último, reúnanse a comer o a cenar en familia. Decoren la mesa en blanco y azul claro, los colores tradicionales de María; enciendan unas velas blancas, tal vez disfruten en su honor un pedacito de pastel, y compartan la alegría de festejar el feliz día en que nació nuestra Madre amadísima, la siempre Virgen María.