7 razones para ser provida
Alejandra María Sosa Elízaga*
En Estados Unidos el aborto ya no es legal a nivel nacional. Ello ha desatado intensa campaña para denunciar esto como grave retroceso, atropello a los derechos femeninos, atentado a la libertad. Y si te atreves a expresar tu oposición al aborto, no falta quien pregunte: “¿¿eres providaaaa??”, con cara de: ‘¡no es posible! ¡Eso es de retrógradas y fanáticos religiosos!’
Tal vez debas dar tus razones. Procura sean claras, breves y contundentes. He aquí 7 sugerencias:
1. Eres provida porque eres prociencia. Está científicamente comprobado que el feto no es parte del cuerpo de la madre, es un ser distinto, con su propio ADN y tipo sanguíneo; incluso su sexo puede no ser el de su madre. Es un ser humano en desarrollo. Abortar es quitarle la vida a un semejante.
2. Eres provida porque eres proverdad. Es mentira que se aborta ‘un bonche de células’. A las 8 semanas el feto tiene ojos, brazos, manos, piernas. Quienes realizan abortos no quieren que esto se sepa porque ganan millones vendiendo partes de los cuerpos de fetos abortados a la industria farmacéutica, cosmética y a restaurantes, al tiempo que engañan a la gente difundiendo que lo que se aborta no es humano.
3. Eres provida porque eres prosalud. Ningún aborto es ‘seguro’, entraña graves riesgos para la madre, físicos y mentales. Tampoco es cierto que se olvida. Quien aborta no lo olvida nunca. Es significativo que a las marchas proaborto van mujeres jóvenes. Es que a las mayores ya les llegó la hora de lamentar su soledad y pensar que aquel hijo que no dejaron vivir hubiera sido su compañía, y se la pasan pensando qué edad tendría, cómo sería, que hubiera llevado a sus nietos de visita. Secuelas, remordimiento y depresión por abortar duran toda la vida.
4. Eres provida porque eres promujer. Se hace creer a las mujeres que tienen derecho a tener sexo sin consecuencia y a usar el aborto como método anticonceptivo, que eso las empodera y libera. Y defienden con violencia su supuesto derecho. Ignoran que tener amantes y abortos no las hará felices, al contrario, las dejará solas, sintiéndose usadas, no amadas ni valoradas, deprimidas, amargadas.
5. Eres provida porque eres proelección. En inglés quien apoya el aborto se llama ‘pro choice’, (proelección), pero en realidad no permiten elegir. A las mujeres en las clínicas de abortos no les informan los riesgos, no les dejan ver su ultrasonido, nadie usa la palabra ‘bebé’. No les dan opción. Las manipulan para abortar. Quien se opone al aborto busca dar toda la información, que se conozcan las opciones antes de tomar una decisión.
6. Eres provida porque eres anti violencia. El aborto violenta a la mujer y mata a su bebé, quemado con solución salina o destazado. En el aborto de ‘nacimiento parcial’, al bebé de 9 meses le cortan la cabeza en el parto.
En manifestaciones proaborto mujeres encapuchadas e iracundas queman iglesias, pintarrajean amenazas, rompen vidrios, atacan a los fieles en Misa, dejan a su paso terror y destrucción. ¿Cómo apoyar todo eso?
7. Eres provida porque eres prodignidad. Para justificar eliminar al feto dicen que no es persona ni piensa. Ese argumento se dio para explotar indígenas, esclavizar africanos, exterminar judíos. Reaccionaron con violencia quienes lo hacían cuando se los prohibieron. Como reaccionan hoy quienes no toleran la prohibición a abortar, y luchan también por aplicar la eutanasia a ancianos, enfermos y personas con discapacidad. ¿De qué lado de la historia queremos estar?
En estas razones no se menciona a Dios porque los abortistas no suelen creen en Él. Pero si topas con católicos que creen que pueden apoyar el aborto, sácalos de su error, pídeles leer el Catecismo de la Iglesia Católica (C.C.E. #2270-2275).
La dignidad del ser humano no depende de su tamaño, ubicación, edad, salud o capacidad, sino de que fue creado a imagen y semejanza de Dios y destinado a la eternidad. Nadie tiene derecho a privarlo de la oportunidad de disfrutar la vida y desarrollar las capacidades y talentos que Dios le da, para gloria Suya y bien de la humanidad.