y los envió por delante...
a todas las ciudades y sitios a donde ÉL había de ir...'
(Lc 10,1)

Piedra, no piedrita

Alejandra María Sosa Elízaga**

Piedra, no piedrita

Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré Mi Iglesia” (Mt 16,18).

El 22 de febrero en que la Iglesia celebra la Cátedra de san Pedro, se proclama en el Evangelio de la Misa este versículo, que ha sido muy malinterpretado por hermanos separados que no admiten que Simón haya sido nombrado piedra, pues ello les significaría aceptar que el Papa es sucesor de Pedro y legítimo heredero del nombramiento y las promesas que Jesús le hizo a éste.

Los hermanos separados sostienen que este pasaje fue escrito en griego, y que el término para ‘piedra ‘es ‘petra’ que se refiere a una roca grande, sólida, y que la palabra que se dio Jesús a Simón es ‘petros’ que significa ‘piedrita’.

Cabe responder que, siglos antes de Cristo, en Grecia se empleaba el griego ‘ático’, en el que efectivamente existían términos distintos para distinguir una piedra grande de una chiquita.

Sin embargo, al mezclarse los griegos con otros pueblos, la lengua cambió y el ático se convirtió en la base de una nueva forma del griego llamada ‘koiné’, que se extendió por todas las áreas de influencia griega.

El griego koiné era el que se usaba en tiempos de Jesús, y fue el que se empleó para traducir el Evangelio de Mateo.

Y en griego koiné, ‘petra’ y ‘petros’ eran sinónimos.

Si Jesús hubiera querido llamar ‘piedrita’ a Simón, hubiera usado el término ‘lithos’.

De todos modos no importa, porque el Evangelio de Mateo no fue escrito originalmente en griego sino en arameo (como lo afirmó Eusebio de Cesarea), y en esa lengua, que era la que hablaban Jesús y Sus discípulos (como está registrado en algunos pasajes del Evangelio), el término empleado es ‘Cefas’, como lo leemos cuatro veces en la Carta de San Pablo a los Gálatas (ver Gal 1,18; 2,9.11.14), y cuatro veces en su Primera Carta a los Corintios (ver 1Cor 1,12; 3,22; 9,5; 15,5).

Cefas es una traducción de la palabra aramea ‘‘Kefa’ o ‘kefa’.

El hecho de que en la traducción al griego y a algunas otras lenguas use en masculino ‘Pedro’ y en femenino: ‘piedra’ no significa que se trate de dos términos distintos sino del mismo término en dos géneros distintos. En ambos casos se refiere Jesús a una gran roca.

Por otra parte, si en lugar de hacer como algunos hermanos separados que citan aisladamente frases bíblicas para poder interpretarlas como les convenga, situamos en su contexto las palabras de Jesús, veremos que es imposible interpretar que luego de llamar bienaventurado a Simón y afirmar que el Padre del cielo le reveló lo que ha respondido, le diga que lo considera una ‘piedrita’, que sobre esta ‘piedrita’ edificará Su Iglesia, y que a esta ‘piedrita’ le dará las llaves del Reino y tal poder que lo que ate en la tierra quedará atado en el cielo y lo que desate en la tierra quedará desatado en el cielo.

¡Sería absurdo! ¡No se puede entender todo eso si Jesús estuviera llamando a Pedro ‘piedrita’!

La verdadera interpretación es que Jesús no está disminuyendo a Simón, sino todo lo contrario. Lo está nombrando la gran piedra sobre la que fundará Su Iglesia.

En otras palabras, lo está instituyendo el primer Papa de la historia, del que el Papa Francisco es, en línea ininterrumpida, su sucesor actual.

 

Este texto está tomado del curso sobre el Evangelio según san Mateo, escrito por Alejandra Ma Sosa E, que Ediciones 72 ofrece gratuitamente en forma de clases, (para que puedan ser fácilmente impartidas, fotocopiadas y repartidas). ¡Aprovéchalo para tu conocimiento y reflexión! Ahora que estamos en el ciclo A, puedes consultar cada domingo qué dice acerca del Evangelio de Mateo que se proclama en Misa.

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*Publicado el domingo 17 de febrero de 2014 en ‘Desde la Fe’, Semanario de la Arquidiócesis de México