Su madre y sus hermanos

Alejandra María Sosa Elízaga*

Éste es uno de esos textos bíblicos de los que conviene no dejar pasar una aclaración, no dar por hecho que la gente ya sabe cómo interpretarlo, porque desgraciadamente no es así, y es un texto muy citado por los miembros de otras denominaciones religiosas cuando cuestionan a los católicos con intención de que abandonen la Iglesia.

Me refiero al trozo del Evangelio según san Marcos que se proclama en Misa este domingo (ver Mc 3, 20-35).

Dice que estaba Jesús en una casa, hablando con los escribas (los que en Su tiempo eran tenidos por expertos en interpretar las Sagradas Escrituras), cuando en eso alguien le avisó: “Ahí fuera están tu madre y tus hermanos, que te buscan”.

Los hermanos separados leen esto y exclaman: ‘¡ajá!, ¡Jesús tuvo hermanos!, ¡esto prueba que María no es la siempre Virgen como creen los católicos!’, a lo que cabe responder que eso de saltar a conclusiones erróneas y precipitadas es lo que pasa cuando cada quien interpreta la Biblia como se le ocurre. Por eso la Iglesia tiene una autoridad, instituida por Jesús, que le permite interpretar bajo la guía del Espíritu Santo, la Palabra de Dios. 

La explicación acerca de este texto es muy sencilla. En hebreo, la palabra ‘hermano’ no solamente se refiere al hijo de los mismos padres, sino también a primos, e incluso a sobrinos y tíos. Tenemos cuatro ejemplos de ello:

1. En Gen 12, 5, en donde se nos dice que Lot era hijo del “hermano” de Abraham, y en Gen 13, 8, Abraham le pide a Lot que no peleen, pues son “hermanos”. Nuevamente, en Gen 14, 12 dice que Lot era sobrino de Abram, y en Gen 14, 14 se refieren a él como “hermano” de Abram.

2. En Mc 6, 3 y Mt 13, 5 se menciona a unos “hermanos” de Jesús, pero más adelante, en Mc 15, 40 (así como en Mt 27, 56), se aclara que son hijos de otra María, distinta de la Madre de Jesús. 

3. En Jn 19, 25 se menciona a una María como “hermana” de María, pero obviamente eran primas, pues no se ponía el mismo nombre a dos hermanas. 

4. En Jn 19, 26, Jesús encomienda a Su Madre al discípulo amado. Si María hubiera tenido más hijos, Jesús se las hubiera encomendado a ellos.

Queda claro que esos supuestos “hermanos” de Jesús, eran en realidad primos o incluso parientes más lejanos.

Viene luego, en el mismo Evangelio, el siguiente texto que requiere aclaración.

Ante el aviso de que afuera estaban Su Madre y Sus hermanos, “Jesús respondió: ‘¿Quién es mi madre y quiénes son mis hermanos?’. Luego, mirando a los que estaban sentados a su alrededor, dijo: ‘Éstos son mi madre y mis hermanos. Porque el que cumple la voluntad de Dios, ése es mi hermano, mi hermana y mi madre’...” 

De nuevo, los hermanos separados leen esto y dicen: ‘¡Ajá!, Jesús despreció a su mamá, por eso nosotros no la tomamos en cuenta.’  Malinterpretan esta escena completamente.

Para entenderla, cabe preguntarse lo siguiente: ¿qué hubiera sucedido si Jesús se hubiera levantado y hubiera salido inmediatamente a atender a sus parientes? Los que estaban en la casa se hubieran sentido relegados, hubieran pensado que eran menos importantes para él. Pero Jesús no reaccionó así. ¿Qué fue lo que hizo? Envolvió a los presentes en Su mirada amorosa, y les hizo saber que también podían ser parientes suyos, ¿cómo? si cumplían la voluntad de Dios.

Y eso de cumplir la voluntad de Dios, ¿a quién se le aplica mejor que a María? Así que Jesús no sólo no está despreciando a su Madre, sino dándole un lugar especialísimo, pero a la vez, permitiendo que todo el que quiera estar muy cerca de Él, tan cerca como un hermano, una hermana o una madre, puede lograrlo, si amolda su voluntad a la de su Padre.

En lugar de usar este texto para denostar a María, debe servir de inspiración para pedirle ruegue por nosotros, para que sepamos imitarla en decirle siempre ‘sí’ al Señor, y así podamos estar tan cercanos a Él, como si fuéramos su madre y sus hermanos.

 

(Tomado de la clase 19 del curso sobre el Evangelio según san Marcos, disponible gratuitamente en la sección de ‘cursos’ de www.ediciones72.com)

Publicado el domingo 10 de junio de 2018 en la pag web de Ediciones 72.