y los envió por delante...
a todas las ciudades y sitios a donde ÉL había de ir...'
(Lc 10,1)

Perros mudos

Alejandra María Sosa Elízaga*

Perros mudos

En un misalito que se edita en tamaño de bolsillo y también con letra grande, y cuyo objetivo es facilitar que la gente participe en la asamblea eucarística, publicaron algo impactante el Segundo Domingo de Cuaresma.

Antes de la Segunda Lectura (de Flp 3, 17-4,1), hay un letrero: “lo que va entre [ ] puede ser omitido por motivos pastorales.” ¿A qué se refieren? A la parte donde san Pablo pide que imiten su ejemplo, y les repite, llorando, que “hay muchos que viven como enemigos de la cruz de Cristo. Esos tales acabarán en la perdición, porque su dios es el vientre, se enorgullecen de lo que deberían avergonzarse y sólo piensan en las cosas de la tierra.”

Se queda uno pasmado preguntándose: ¿por qué quieren omitir esto?, ¿no sea que lo oiga alguien al que le ‘quede el saco’ y se ofenda? ¿Prefieren que siga en las mismas? Porque si le queda el saco, ¡está dirigiéndose, como bien dice san Pablo, a su perdición, y necesita desesperadamente que alguien se lo advierta a tiempo!

Y donde Pablo dice: “Nosotros, en cambio, somos ciudadanos del cielo” pusieron paréntesis a ‘en cambio’, proponiendo omitir esa expresión con la que Pablo hace notar que hay una diferencia entre aquéllos y los que se mantienen fieles al Señor. No quieren que aquéllos se sientan discriminados. Pero, de nuevo, ¡si lo que necesitan es darse cuenta de que están mal, no que les den por su lado!

Es una ‘pastoral’ mal entendida aquella que deja a la gente en su pecado.

¿Qué dice la Biblia de los que callan para no incomodar?, ¿los felicita por ser ‘políticamente correctos’? No. Los compara con vigías ciegos, con perros mudos, que no ladran y dejan que los lobos arrasen el rebaño.

Publicado el domingo 30 de marzo de 2025 en la revista 'Desde la Fe', de la Arquidiócesis de México, y en la pag web y de facebook de Ediciones 72