Proceso electoral y coherencia personal
Alejandra María Sosa Elízaga*
A 15 días de las elecciones, los ánimos están cada vez más crispados y las discusiones en familias, internet, reuniones de cuates o colegas, pueden generar mucho malestar e incluso violencia. Por ello conviene no perder de vista que somos católicos, es decir, seguidores de Jesús, el Manso y Humilde de corazón que nos llama a imitarlo; el Veraz que nos pide decir sí cuando es sí y no cuando es no; el justo Juez que nos manda no condenar para no ser condenados, el Señor de la Misericordia, que nos invita a recibirla, pero también a darla. No nos demos ‘permiso’ para hacer un ‘paréntesis’ durante el proceso electoral y comportarnos como paganos; vivamos éste manteniéndonos coherentes con nuestra fe, aunque nos cueste. Considera estas 4 propuestas concretas:
1. La familia y la amistad son más importantes que las opiniones políticas. Si tus parientes o amigos no van a votar como tú no te pelees con ellos. Los políticos van y vienen, la familia y los amigos son para toda la vida. Sé tolerante, ¡no los pierdas!
2. No envíes ni reenvíes mensajes falsos sobre los candidatos. Es ruin calumniar a alguien con tal de hacerle quedar mal. Que se le critique por sus opiniones y acciones, no por invenciones.
3. No es cristiano hacer burla de aquello que no es culpa de los candidatos (como su aspecto o sus parientes incómodos), ni ampararse en el anonimato para lanzar a redes mensajes llenos de vulgares ataques y descalificaciones. No se vale faltar a la caridad.
4. No envíes ni reenvíes mensajes que provoquen miedo o violencia. El horno no está para bollos. Recuerda que Jesús nos pide recibir y comunicar Su paz.