y los envió por delante...
a todas las ciudades y sitios a donde ÉL había de ir...'
(Lc 10,1)

¿Crees en los Ángeles y Arcángeles?

Alejandra María Sosa Elízaga**

¿Crees en los Ángeles y Arcángeles?

Los ángeles suelen ser invisibles, pero los comerciantes se han encargado de hacerlos ¡bien visibles! Los han puesto de moda, y nos los ofrecen en todos los tamaños y materiales imaginables.

Ante esta sobrepoblación angélica, cuidémonos de no caer en estas tres actitudes equivocadas:

 

La fantasía

En tv y cine no falta el ángel que es un difunto 'ascendido', o al revés, el que por amor a alguna guapa señorita, decide hacerse humano. No creamos tal desatino.

Ni los humanos nos volvemos ángeles ni los ángeles, humanos.

 

La incredulidad

Hay quien dice que como antiguamente no se concebía que un rey se rebajara a hablar sus súbditos, y para eso tenía mensajeros, los autores bíblicos inventaron que Dios tenía una corte de ángeles, pero que ahora ya nadie cree que existan, pues ya se sabe que Dios no necesita de nadie para hablar con nosotros.

No consideran que si Dios suele comunicarse con nosotros a través de los demás, y pedirnos que ayudemos a otros, puede también servirse de seres espirituales para hacernos llegar Sus mensajes y auxilio.

Dice el Catecismo de la Iglesia Católica: "Toda la vida de la Iglesia se beneficia de la ayuda misteriosa y poderosa de los ángeles" (CIC 334).

Hay creyentes que aseguran no creer en los ángeles porque no los ven, pero ¿no proclamamos en el Credo que Dios creó lo visible y lo invisible?, entonces, ¿cómo pueden creer en Él aunque no lo vean, y dudar de la existencia de los ángeles porque no los ven? ¿No es contradictorio?

Otros dicen que como la palabra 'ángel' significa 'mensajero', cualquier persona que sea 'mensajera' de Dios, que comunique Su amor, Su paz, etc. le hace de 'ángel' y por tanto es un ángel.

Suena bonito, pero no concuerda con lo que enseña la Iglesia Católica: que la existencia de los ángeles es un dogma de fe, definido en el IV Concilio de Letrán, en 1059.

Fijémonos además que las menciones de los ángeles durante la Misa y en la Sagrada Escritura, no se refieren a ellos como 'buenas gentes', sino como criaturas personales espirituales que sirven a Dios.

 

El exceso

Así como hay quien no cree en los ángeles, hay quien cree ¡demasiado!

En el movimiento Nueva Era o New Age se considera a los ángeles como dioses a los que se rinde toda clase de cultos. Eso no es católico.

Recordemos las palabras que un ángel dijo a San Juan cuando éste quiso adorarlo: "No, cuidado: yo soy un siervo como tú...A Dios tienes que adorar." (Ap 22, 9).

 

¿Qué dice la Iglesia?

El Catecismo de la Iglesia afirma que la existencia de los ángeles, "seres espirituales, no corporales, es una verdad de fe" (CIC 328); que "pertenecen a Cristo porque fueron creados por y para Él" (CIC 331), y que como "criaturas puramente espirituales, tienen inteligencia y voluntad; son criaturas personales e inmortales, y superan en perfección a todas las criaturas visibles (ver Col 1,16)"  (CIC 331).

Aprovechando que este domingo 29 de septiembre, la Iglesia celebra a los Arcángeles san Miguel (cuyo nombre significa ‘¿Quién como Dios?’, y es poderoso auxilio contra las acechanzas del demonio, ver Ap 12, 7-9), a san Gabriel (cuyo nombre significa: ‘Fuerza de Dios’, ver Lc 1,19.26) y es el santo patrono de los comunicadores católicos, y san Rafael (cuyo nombre significa ‘medicina de Dios’, y es el santo patrono de enfermos -en especial de los que padecen de la vista- y de viajeros, ver Tob 5-12), y también que en esta semana, el miércoles 2 de octubre, celebramos a los Santos Ángeles Custodios, de los que nos dice el Catecismo que: “Nadie podrá negar que cada fiel tiene a su lado un ángel como protector y pastor para conducir su vida” (CEC # 336), disfrutemos la certeza de su existencia, encomendémonos a su protección y junto con ellos alabemos y demos gracias a Dios por las maravillas de todo lo que ha creado para nuestro bien y salvación.

 

ORACIÓN A LOS ÁNGELES CUSTODIOS:

Querido Ángel de Dios, 
que eres mi Custodio 
pues la bondad divina 
te ha encomendado a mí,
Ilumíname, 
guárdame, 
gobiérname, 
defiéndeme. 
Amén.


Nota: para saber más sobre este tema, te recomendamos leer del 328 al 336 en el Catecismo de la Iglesia Católica.

*Publicado el domingo 29 de septiembre de 2013 en ‘Desde la Fe’, Semanario de la Arquidiócesis de México, año XVII, n.866, p.6.
También en la pag web de ‘Desde la Fe’ (www.desdelafe.mx) y en la del Sistema Informativo de la Arquidiócesis de México (www.siame.com.mx)
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