Un año con san Mateo
Alejandra María Sosa Elízaga*
¿Te has fijado que en los misalitos mensuales y en el libro que se emplea en Misa para leer las Lecturas (el ‘Leccionario’), aparecen las letras A, B y C?
Es que la Iglesia organiza la lectura del Evangelio en tres ciclos anuales. El ciclo A corresponde al Evangelio según san Mateo; el B al de san Marcos y el C al de san Lucas. En cada año se lee, durante casi todos los domingos, el Evangelio de ese ciclo.
Como este domingo inicia un nuevo año litúrgico, el del ciclo A, cabe dedicar este espacio a recordar algunos aspectos del Evangelio según san Mateo:
Autor
Es uno de los Doce (ver Mt 10, 1-4). Era publicano, es decir, cobraba impuestos, por lo que era odiado y despreciado, considerado pecador pues colaboraba con los romanos, estaba en contacto con paganos y podía robar cobrando de más. Pero Jesús, que nunca desprecia ni discrimina a nadie, lo miró, lo invitó a seguirlo, y Mateo sin dudarlo se levantó y dejando todo, lo siguió. Él mismo narra ese momento inolvidable (ver Mt 9, 9).
Destinatarios
Cristianos convertidos del judaísmo que conocen bien la Sagrada Escritura. San Mateo la cita unas 130 veces para mostrarles que en Jesús se cumple lo que estaba escrito desde antiguo.
Objetivo
Quiere mostrar que Jesús es el Mesías prometido por Dios, anunciado por los profetas.
Lugar y fecha de realización
En Palestina alrededor del año 50.
Estructura
El Evangelio según San Mateo está cuidadosamente estructurado en siete partes: Comienza con relatos sobre la infancia de Jesús. Termina, como los demás Evangelios, con el relato de la Muerte y Resurrección de Jesús. Y en medio presenta cinco secciones, compuestas cada una por un enfoque particular que los estudiosos de este Evangelio llaman ‘discursos’, y son: evangélico (introducción al Reino de Dios), misionero (predicación del Reino), parabólico (parábolas del Reino), eclesiástico (fundación de la Iglesia), y escatológico (sobre el final de los tiempos).
Características
Son muchas, pero cabe destacar estas cinco:
1. San Mateo presenta claramente que Jesús es el Emmanuel, el Dios-con nosotros, un Salvador que, a diferencia de lo que esperaba Su pueblo, no vino a ofrecer una liberación política, sino espiritual, no pasajera sino eterna, no del yugo romano, sino del pecado y de la muerte.
A sus lectores, que tienen profundo amor y respeto por la ley de Moisés, les presenta a Jesús como el nuevo Moisés, que no vino a suprimir o a cambiar la ley, sino a darle nuevo sentido y plenitud; a no conformarse con un cumplimiento externo, sino con un cambio interior.
2. El de san Mateo ha sido llamado el 'Evangelio de la Iglesia'. Presenta a Jesús nombrando a Simón la piedra sobre la que edificará Su Iglesia (ver Mt 16, 18). Para el evangelista queda claro que para ser discípulo de Jesús hay que pertenecer a la única Iglesia que Jesús fundó.
3. El Reino de Dios es un tema fundamental: sus características, cómo y por qué acogerlo y anunciarlo.
4. Al inicio del Evangelio vemos a unos Magos de Oriente llegar a adorar al Niño Dios; al final del Evangelio, Jesús envía a Sus discípulos a evangelizar a todas las naciones. Queda claro que la salvación no es únicamente para el pueblo judío, sino para todo el mundo.
5. Es el que presenta esa impactante escena del Juicio Final en la que Jesús dice: “cuanto hiciste a uno de estos hermanos míos más pequeños, a Mí me lo hiciste” (Mt 25, 40), un llamado a descubrirlo en los hermanos y a practicar la misericordia porque juzgará a cada uno según sus obras.
También es el que termina con una promesa de Jesús que en estos tiempos atribulados que vivimos, resulta muy consoladora: “Yo estoy con ustedes todos los días hasta el fin del mundo” (Mt 28, 20).
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