Día de las madres en el Año de la fe

Alejandra María Sosa Elízaga**

Este 10 de mayo no nos conformemos con llevarle flores a mamá; aprovechemos que estamos en el mes dedicado a María, dentro del Año de la fe, y hagamos algo más, algo especial. Festejémoslas con un obsequio espiritual.

Regalémosle rosas a la Virgen (ella reveló a los pastorcillos en Fátima que cada Ave María rezada con devoción es como una fragante rosa), y démosle a nuestra mamá, viva o difunta, el regalo especial de encomendarla a la Madre de Dios.

Y como el mejor medio para ello es el rezo del Santo Rosario, aquí tienes una propuesta para que lo reces, de preferencia en familia.

Inicia con acto penitencial; En cada Misterio lee el texto bíblico correspondiente, lee la oración a María, reza un Padre Nuestro, diez Ave Marías y las jaculatorias que acostumbres.

Como el día de las madres es viernes, corresponden los Misterios Dolorosos.

 

Primer Misterio: Jesús ora en el Huerto (ver Mc 14, 32-36)

María: Cuando Jesús sintió tristeza y angustia y buscó a los discípulos, los encontró dormidos. Luego, cuando llegaron los hombres a aprehenderlo los discípulos huyeron dejándolo solo.

Te pedimos por todas las madres que padecen soledad: las solteras, las abandonadas, las divorciadas, las viudas, las que tienen lejos a sus esposos porque están presos, son migrantes, refugiados o están ausentes por alguna razón.

Acompáñalas y consuélalas.

 

Segundo Misterio: La flagelación del Señor en la columna (ver Mc 15,15)

María: Tú viste a Jesús sufrir azotes que no merecía.

Te pedimos por las madres que son azotadas por la violencia en sus hogares; las que sufren malos tratos o injusticias en sus trabajos; las que viven oprimidas.

Que sean tratadas con dignidad y respeto, y que tu amor y el de Jesús sanen las heridas de su corazón.

 

Tercer Misterio: Jesús es coronado de espinas (ver Mt 27,29)

María: Te pedimos por las madres que han abortado.

También por las que están tentadas a abortar, para que comprendan el valor infinito de la vida que late en sus entrañas y la defiendan.

Y por todas las embarazadas, especialmente las que se encuentran en situación difícil.

Que puedan salir adelante tomadas de tu mano y de la de tu Hijo.

 

Cuarto Misterio: Jesús va hacia el Calvario con la cruz a cuestas (ver Jn 19,17)

María: Te pedimos por todas las madres que van cargando una cruz muy pesada, de pobreza, enfermedad, dolor y angustia: las que sufren por sus seres queridos; las que tienen que atender a algún hijo enfermo; las que lloran la muerte de un hijo; las que se sienten como atrapadas en una situación agobiante y oscura, a la que no le ven salida.

Que descubran que Dios lleva sus cargas, se dejen iluminar por Su luz y hallen en Él consuelo y fortaleza.

 

Quinto Misterio: Jesús muere en la cruz (ver Mc 15, 33-39)

María: Tú sabes que cuando Jesús subió a lo alto prometió que atraería a todos hacia Sí.

Te pedimos por la conversión de todas las mamás y por la conversión de sus esposos e hijos.

Que al contemplar a Jesús en la cruz abran su corazón y dejen que Él los ilumine y colme con Su gracia y misericordia.

También te encomendamos a las madres difuntas: que ya que compartieron la muerte de tu Hijo compartan también con Él la vida eterna.

Madre nuestra, nos acogemos a tu intercesión. Que con el ejemplo y la ayuda de tu Sagrada Familia, en todos los hogares reinen la fe, la esperanza y el amor de Dios.

*Publicado el domingo 5 de mayo de 2013 en 'Desde la Fe', Semanario de la Arquidiócesis de México, año XVII, no. 844, p. 6
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