y los envió por delante...
a todas las ciudades y sitios a donde ÉL había de ir...'
(Lc 10,1)

Rosario y Coronilla

Alejandra María Sosa Elízaga*

Rosario y Coronilla

Si en una película de acción, el personaje bueno recibiera un arma poderosísima, especialmente diseñada para vencer a todos sus adversarios, por imponentes que fueran, sería una enorme tontería, una verdadera locura que la guardara sin usar, y se dejara aplastar.

Los espectadores, sentados al borde de las butacas, la boca llena de palomitas, se pondrían a gritar, como si los oyera:  ‘¡¡¡saca el arma!,¡no te dejes derrotar!!’

Pero eso no sucede en las películas, pues los héroes nunca cometer el error de desaprovechar el arma que los puede salvar.

No ocurre en el cine, pero lamentablemente sí en la vida real.

Como católicos, tenemos a nuestra disposición dos armas muy poderosas, que recibimos nada menos que de Jesús y de María.

Me refiero al Santo Rosario y a la Coronilla de la Divina Misericordia, dos armas de oración que pueden ayudarnos eficazmente en nuestro diario combate espiritual, porque nos mueven a conversión, nos animan a edificar en nuestro mundo el Reino de Dios, a interceder por otros, a vencer toda tentación.

Dos armas que desgraciadamente mucha gente desperdicia miserablemente, alegando que le falta tiempo, que nunca se acuerda, que le da flojera, que no las sabe rezar.

En el fondo son pretextos que muestran que no se tiene conciencia de la importancia de darse tiempo (el Rosario toma veinte minutos, cinco la Coronilla, ¿de veras no se tiene media hora en todo el día?), y por eso vale la pena mencionar algunas razones para hacer un hueco en nuestro horario para rezar la Coronilla y el Rosario:

El Santo Rosario fue dado por la Virgen María, a santo Domingo de Guzmán, en el año 1200. Con su rezo se han terminado sequías, pestes, guerras (de hecho, la Iglesia celebra a Nuestra Señora del Santo Rosario el 7 de octubre, conmemorando que, por rezarlo, se obtuvo la victoria en la batalla de Lepanto). 

Por su rezo se han reconciliado enemigos, se han transformado situaciones que parecían irremediables. 

Los exorcistas aseguran que Satanás odia el Rosario por arrebatarle almas que iban a condenarse. 

San Juan Pablo II llamaba al Rosario ‘compendio del Evangelio’, porque al rezarlo meditamos en la vida de Jesús y de María. 

Y Ella hizo quince promesas, entre las que se cuentan, que quienes recen el Rosario obtendrán su especial protección y grandes gracias; que los pecadores se convertirán y los justos crecerán en virtud y no morirán sin el auxilio sacramental; que sacará pronto del Purgatorio y hará gorzar de gran gloria en el cielo, a las almas devotas del Rosario.

Por su parte, la Coronilla de la Divina Misericordia fue dictada a santa Faustina Kowalska (a quien la Iglesia celebra este 5 de octubre), por Jesús, que prometió que al rezarla se obtendrá la paz; que quien la rece obtendrá grandes gracias, y su alma no perecerá, sino obtendrá Su misericordia en la hora final.

Desde que se difundió el Santo Rosario en el siglo XIII, todos los Papas y santos (incluidos muchos Papas santos), han amado rezarlo. Y desde que se difundió la Coronilla, se ha extendido su devoción. 

El Papa Francisco pide rezarla durante este Año Santo de la Misericordia, para crearnos el hábito, y luego del Jubileo, continuarlo.

¿Te preocupa que en el mundo las cosas anden muy mal? ¿Que haya terrorismo, violencia, desunión familiar, pobreza, confusión de valores, sufrimientos sin aparente final? ¿Y qué estás haciendo al respecto? 

No pongas de pretexto que hay tanto que hacer que no puedes hacer nada. ¡Puedes hacer mucho y diario! 

Tienes la Coronilla y el Rosario, dos armas prodigiosas que pueden transformar las cosas, que pueden tocar corazones, hacer palanca para mover al mundo, cambiar las situaciones.

¿Vas a aprovecharlas?, ¿o, por alguna banal razón, vas a dejarlas arrumbadas en un cajón?

 

OJO:  Anota estas direcciones:
El rezo de la Coronilla, paso a paso:
bit.ly/1WvcsqS
El rezo del Rosario paso a paso:
www.rezarelrosario.org

Este domingo 2 de octubre celebramos a nuestro Ángel Custodio.
Agradezcámosle cuanto hace por nosotros y pidámosle que nos recuerde rezar diario la Coronilla y el Rosario.

Publicado en 'Desde la Fe', Semanario de la Arquidiócesis de México, p. 2, y en las páginas web y de facebook de 'Desde la Fe' y de 'SIAME' (Sistema Informativo de la Arquidiócesis de México).