¿Qué tanto sabes de San Judas?
Alejandra María Sosa Elízaga**
Este 28 de octubre la Iglesia celebra a San Judas Tadeo, quien goza de mucha popularidad. Lo curioso es que hay mucha gente que se encomienda a su intercesión por considerarlo el ‘santo de las causas imposibles’, pero no saben casi nada de él. Y ¿tú?, ¿qué tanto lo conoces? Compruébalo:
- San Judas Tadeo fue:
a) Discípulo de San Pablo.
b) Uno de los doce apóstoles.
c) El primer obispo de Roma.
- Tadeo significa:
a) Pecho
b) Teodoro
c) Devoto
- Era pariente de:
a) Santiago
b) San José
c) San Simón
- Escribió:
a) Hechos de los Apóstoles.
b) El Apocalipsis.
c) Una carta.
- El texto bíblico que escribió consta de:
a) 24 versículos
b) 10 capítulos
c) No se sabe porque está incompleto.
- En la Última Cena le preguntó a Jesús:
a) Por qué se puso a lavarles los pies.
b) Por qué se les manifestó a ellos y no al mundo.
c) Por qué su tocayo (el otro Judas) salió y se fue.
- ¿Por qué se le celebra con San Simón?
a) Porque murieron el mismo día.
b) Porque murieron en el mismo lugar.
c) Porque siempre se les menciona juntos.
Respuestas:
1b; 2a,b (en arameo su nombre significa pecho, implica magnanimidad; en griego: Teodoro); 3a (ver Jd 1); 4c (carta católica, llamada así por no estar dirigida a alguien en particular, pertenece al Nuevo Testamento); 5a; 6b (ver Jn 14,22); 7c (ver Mt 10,3; Mc 3,18; Lc 6,15; Hech 1,13).
Calificación:
Más de 5 aciertos: ¡Felicidades! Se ve que conoces tu fe y sabes quién fue san Judas.
Menos de 5 aciertos: No te desanimes. Busca las citas bíblicas mencionadas en las respuestas y descubre quién es este santo al que tantos se encomiendan.
Aprovechemos la intercesión de san Judas Tadeo y prestemos oído a estas palabras suyas que nos llegan oportunas en este Año de la fe:
“Construyan su vida sobre las bases de su santísima fe, orando en el Espíritu Santo.
Manténganse en el amor de Dios, esperando la misericordia de Cristo Jesús, nuestro Señor, que los llevará a la vida eterna.
Traten de convencer a los que dudan y sálvenlos, arrancándolos de la condenación; a los demás trátenlos con compasión pero con prudencia...
Al Dios único que los puede preservar de todo pecado y presentarlos alegres y sin mancha ante Su propia gloria, al único Dios que nos salva por medio de Cristo Jesús, nuestro Señor, a Él la gloria, honor, fuerza y poder desde antes de todos los tiempos, ahora y por todos los siglos. Amén” (Jd, 20-24)