¿Está Jesús realmente presente en la Eucaristía?
Alejandra María Sosa Elízaga**
Diálogos de Doña Teófila y Don Dudoso
Don Dudoso |
¡Hola comadrita! Qué bueno que la veo, quiero que por favor me aclare una duda. |
Doña Teófila |
¡Hola compadre!, seguro estuvo platicando con su vecino, ése que lo deja turulato. |
Don Dudoso |
Pues sí. Me dijo que cómo es posible que creamos que Jesús está en una Hostia, que no es lógico. |
Doña Teófila |
Si a ésas nos vamos, tampoco es lógico que Dios nos ame sin merecerlo o que se haya hecho Hombre por nosotros, o que haya entregado Su vida para librarnos del mal, del pecado y de la muerte, pero ¡es real! La fe no se basa en nuestra lógica, sino en la Palabra de Dios. |
Don Dudoso |
Entonces, ¿Ud. sí cree que Jesús está realmente presente en la Eucaristía? |
Doña Teófila |
¡Claro que sí, sin la menor duda! |
Don Dudoso |
Y ¿por qué está tan convencida? |
Doña Teófila |
Puedo darle, por lo pronto, al menos tres razones. |
Don Dudoso |
Bueno, pero a veces Jesús usaba comparaciones, hablaba en parábolas. |
Doña Teófila |
Es cierto, pero siempre que lo hacía, dejaba muy claro que estaba usando una comparación. Mire por ejemplo en Mc 4,30.33. |
Don Dudoso |
Pero parecen pan y vino. |
Doña Teófila |
Sí. Es que el Señor nos comprende, y sabe que si Su sangre mantuviera su aspecto de sangre, probablemente a mucha gente le daría repugnancia beberla. Y lo mismo Su Cuerpo. Por eso en Su divina pedagogía y delicadeza, permitió que la Eucaristía mantuviera su aspecto de pan y de vino, pero una vez que se consagran ya no son pan ni vino, sino Cuerpo y Sangre de Cristo. |
Don Dudoso |
Pero ¿de veras son Su Cuerpo y Su Sangre o son un símbolo, algo que lo representa a Él pero que no es Él? |
Doña Teófila |
No son un símbolo. Mire, en la Última Cena, cuando Jesús tomó el pan no dijo: "es como si fuera Mi Cuerpo" ni tampoco dijo: "es un símbolo de Mi cuerpo". Lo que dijo fue: "Éste es Mi Cuerpo" (ver Mc 14,22-23). |
Don Dudoso |
¿A qué se refería? |
Doña Teófila |
Para entender esto mejor hay que tener en cuenta que en la Biblia cuando se habla de cuerpo se hace referencia no sólo al organismo, por así decirlo, sino a todo el ser, con su inteligencia, su voluntad, su alma, es decir, a toda la persona. Así pues, cuando Jesús habla de Su Cuerpo se refiere a toda Su Persona. En la Eucaristía está realmente presente la Persona de Jesús, con Su alma y divinidad, Su Cuerpo y Sangre. Quiso quedarse allí para que pudiéramos recibirlo, entrar en comunión con Él, y también para que pudiéramos acercarnos a Él y sentirlo cercano a nosotros. Él que en Mt 28, 20 prometió quedarse con nosotros todos los días hasta el fin del mundo, se quedó realmente presente en la Eucaristía. Es maravilloso. |
Don Dudoso |
Decía que tenía tres razones para creer, ¿cuál es la segunda? |
Doña Teófila |
Antes debo decirle que con la primera basta. Con que Jesús lo haya dicho me basta para creer que Él está presente en la Eucaristía. Pero no sobra tener también otras razones, sobre todo para ayudar a gente como su vecino, que necesita ver para creer. Mi segunda razón son los milagros eucarísticos. |
Don Dudoso |
¿Qué es eso? |
Doña Teófila |
¡Claro que ha sido comprobado! Con decirle que uno de los milagros más recientes fue estudiado por un forense experto en investigar muestras en escenas de crímenes, que trabaja para el FBI de Estados Unidos. No se trata de cuentos, se trata de verdades científicas. Si quiere ver un testimonio impactante, vea este video (http://www.youtube.com/watch?v=qeDnA4L6eXg). |
Don Dudoso |
Y ¿dice que dijeron que el tejido era de un corazón vivo? |
Doña Teófila |
Sí. Es que en la Eucaristía no recibimos el Cuerpo muerto de Jesús, lo recibimos Resucitado. Recibimos a Jesús Vivo y Presente. Mire, le voy a contar algo que me puso chinita: un “topo”, ya sabe, uno de esos heroicos rescatistas que ayudan a sacar gente que se queda enterrada bajo edificios o casas que se caen cuando hay desastres, contó que en el terremoto de Haití, su perro entrenado para detectar personas en los escombros se puso a ladrar y cuando fueron a ver, descubrieron que le ladraba al Sagrario de una iglesia derrumbada. ¡El perro detectó en el Sagrario una presencia viva! |
Don Dudoso |
¡Guau! |
Doña Teófila |
Sí, así ha de haber hecho el perro. |
Don Dudoso |
No, lo de ¡guau! lo digo yo, es que ¡me parece impresionante! Sígame contando, ¿cuál es su tercera razón para creer que Jesús está en la Hostia Consagrada? |
Doña Teófila |
Ah, ésa se debe a mi propia vivencia personal. Me gusta mucho rezar en mi casa y con mi grupo de Biblia, pero no se compara a lo que me pasa cuando comulgo o cuando rezo ante el Santísimo. Entonces me inunda ¡una paz!, me quedo con ¡un gozo en el alma!, es algo que no sé muy bien expresar, sólo le puedo asegurar que siento allí de modo distinto y muy especial la presencia y la gracia del Señor. Leí que la madre Teresa de Calcuta decía que cuando sus religiosas empezaron a orar ante el Santísimo cada día, aumentó su amor, su alegría, sus vocaciones. Y lo entiendo, porque es que ahí está el Señor realmente presente. |
Don Dudoso |
¿Eso de que está realmente, quiere decir que en otros lados no está? |
Doña Teófila |
Como Dios, Él está en todas partes. Pero se ha quedado de manera especial en la Eucaristía, para que podamos recibirlo, contemplarlo, palparlo, sentirlo cerquitita de nosotros. |
Don Dudoso |
Pues fíjese que no nada más ya me quitó la duda sino que me ha puesto a pensar que como en la Eucaristía puede uno recibir nada menos que al Señor, pues ¡vale la pena ir a Misa diario, no nada más los domingos!, y prepararse para poder comulgar ¡todos los días! |
Doña Teófila |
¡Me alegra mucho que llegue a esa conclusión! Porque además hoy jueves es Corpus Christi, justamente la Solemnidad en que celebramos el Cuerpo y la Sangre de Cristo. ¡Escuche, están tocando las campanas de la iglesia! ¿Qué le parece si me acompaña a Misa y a la procesión, y luego vamos a que le preste el libro: “Ir a Misa ¿para qué? Guía práctica para disfrutar la Misa”, donde hay un capítulo que explica lo de la Comunión muy fácil de entender; para que lo lea y de paso se lo preste a su vecino... |
Don Dudoso |
¡Qué buena idea!, ¡vamos! |
Publicado también en la página web de "Desde la Fe" www.ediciones72.com y en la pag web del Sistema Informativo de la Arquidiócesis de México (www.siame.com.mx).
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