En casa con el Sagrado Corazón
Alejandra María Sosa Elízaga*
Ahí iba yo, de un lado a otro de mi casa, con la imagen de bulto del Sagrado Corazón, poniéndola aquí y allá para ver dónde quedaba mejor. Confieso que primero busqué un lugar discreto para que si iban de visita personas no creyentes, no lo vieran y se incomodaran, y me incomodaran. Pero no quedaba bien más que a la mera entrada de la casa, en una repisa junto a la puerta. Y pensé: ‘¡pero qué tonta soy de buscarle otro sitio si lo que los no creyentes necesitan, aunque no lo admitan, es verlo al llegar, con los brazos siempre abiertos para acogerlos, y, al salir, llevarse grabada Su mirada misericordiosa!’
Y allí lo puse y se ve que le gustó porque allí se ha quedado desde hace 32 años.
Recordaba esto porque estamos en el mes que la Iglesia dedica al Sagrado Corazón de Jesús, al cual celebramos este viernes, y quiero proponerte que consigas una bella imagen Suya, sea de bulto o en cuadro, y lo ‘entronices’ en tu casa. ¿En qué consiste eso? En pedir a un sacerdote que acuda a bendecirlo y hacer una oración especial para consagrarle al Sagrado Corazón de Jesús tu familia y tu hogar. Él le prometió a santa Margarita María Alacoque: “Bendeciré los hogares en los que se muestre y venera una imagen de Mi Corazón.”
Colócalo en un lugar destacado donde lo veas diario. Al pasar ante Él reza una jaculatoria (sn Francisco de Sales decía que las jaculatorias son suspiros de amor para Dios), por ej: ‘Sagrado Corazón de Jesús, en Ti confío’.
Encomiéndale nuestra patria, que le está consagrada, pídele por tus necesidades, dale gracias, y así como acogiste Su imagen en tu casa, acógelo en tu alma.