Regalos y lecciones en Semana Santa
Alejandra María Sosa Elízaga*
Si preguntas a la gente cuándo recibe más regalos en el año, suelen responder que en Navidad. Y si preguntas cuándo aprendió buenas lecciones, suele mencionar su escuela. Pero esos regalos y esas lecciones no se comparan con los que recibimos en Semana Santa, pues son para toda la vida. Es una pena que haya quien no los recibe pues se va de vacaciones. Consideremos qué nos regala y nos enseña Dios.
Jueves Santo
Lección: Recordamos cuando Jesús lavó los pies a Sus Discípulos (ver Jn 13, 1-15) y nos enseñó que el servicio no es, como mucha gente equivocadamente cree, una labor humillante, sino un acto de amor. Amar es servir. Así como mostramos nuestra fe a través de nuestras obras, nuestro amor se muestra en el servicio, cuando ejercemos nuestros dones para beneficiar a los demás. Servir, amar, nos hace plenos.
Regalo: Recordamos que Jesús instituyó la Eucaristía en la que está Realmente Presente, en Cuerpo y Sangre, Alma y Divinidad (ver Mt, 26, 26-28). Es algo extraordinario, que sólo sucede en Misa: ¡podemos contemplar, adorar, comulgar al Eterno, al Creador de todo cuanto existe! Cumplió así Su promesa de quedarse con nosotros hasta el fin del mundo (ver Mt 28, 1-20).
Regalo: Recordamos que en la Última Cena Jesús instituyó el sacerdocio (ver Lc 22, 19), para asegurar que siempre tuviéramos quien nos administre los Sacramentos, nos enseñe Su Palabra, a orar, a cumplir Su voluntad. Sin sacerdotes estaríamos perdidos, seríamos ovejas sin pastor.
Lección: Después de la Misa, recordamos que en el Huerto (ver Lc 22, 39-46), Jesús nos enseñó que ante la prueba no cabe la evasión, sino la oración . Y ésta debe salir de lo más hondo del corazón, decirle a Dios lo que quisiéramos, pero aceptar de antemano que se haga Su voluntad, confiando en que Él sabe mejor que nosotros lo que conviene.
Viernes Santo
Regalo: Recordamos que cuando Jesús estaba en la cruz, nos dio por Madre a Su Madre, la Virgen María (ver Jn 19, 26-27), nos dio por Abogada ¡a la que no le niega nada! Y Ella nos aceptó, y desde entonces contamos con su protección maternal y su intercesión por nosotros.
Regalo: Recordamos que en la cruz Jesús derrotó el pecado y la muerte. No hay dolor, sufrimiento o pecado nuestro que no haya redimido. Y por ello cuando sufrimos, podemos unir nuestro sufrimiento al Suyo, ofrecérselo por la redención del mundo, hallarle sentido (ver Flp 4, 12-13).
Lección: Recordamos que desde la cruz perdonó lo imperdonable (ver Lc 23, 34). Aquel que nos enseñó a perdonar siempre, mostró Su perfecta coherencia perdonando. Nos enseñó que no hay nada que alguien nos haga que no pueda ser perdonado.
Domingo de Pascua
Regalo: Recordamos la Resurrección de Jesús, que anuncia la nuestra (ver 1Cor 15, 12-28). ¡También nosotros resucitaremos! Las dificultades, tristezas, tragedias de este mundo son todas pasajeras, estamos llamados, invitados a gozar de una felicidad total que durará para siempre.
Lección: Recordamos que no podemos conformarnos con encontrarnos solos con Jesús Resucitado, Él quiere que anunciemos a todos que está Vivo, y los animemos, con nuestro gozoso testimonio, a que se encuentren con Él también, no sólo en Pascua, sino ¡toda su vida! (ver Mt 28, 8-10).