y los envió por delante...
a todas las ciudades y sitios a donde ÉL había de ir...'
(Lc 10,1)

¿Lo dijo o no lo dijo el Papa?

Alejandra María Sosa Elízaga**

¿Lo dijo o no lo dijo el Papa?

Me llegó al celular.

Lo reenviaba una amiga que puso: ‘lo dijo el Papa’.

Era un texto dirigido a jóvenes.

No había avanzado mucho en su lectura cuando me saltó que dijera que nos hacen falta santos que coman pizza y beban cerveza, y que tomen refresco de cola (y ¡decía cuál!).

Capté que era un texto falso, porque nunca jamás de los jamases el Papa ha hecho, hace o hará propaganda a una marca comercial.

Busqué y descubrí que el tal texto ya había circulado en internet hace años, falsamente atribuido al Papa Juan Pablo II, y ahora lo reciclaron para atribuírselo al Papa Francisco.

Otro día en ‘Facebook’, publicaron un texto con la foto del Papa Francisco.

Empezaba citando algo que dijo el Papa en el Ángelus, pero luego seguían unas frases tan repetitivas y cursis, que de seguro el Papa no las había escrito ¡ni de broma!’.

Alguien usó una parte de la homilía del Papa, le añadió lo que le dio la gana y lo publicó ¡como si todo lo hubiera dicho el Papa!

Y lo peor es que ya circulaba en redes sociales, en sitios católicos administrados por personas que de buena fe pero imprudentemente lo dieron por bueno.

¿Qué hacer ante esta avalancha de apócrifos?

¿Cómo podemos saber si un texto que se le atribuye al Papa es auténtico, y por lo tanto conviene darle toda la difusión posible, o es falso, en cuyo caso hay que borrarlo y pedirle a quien lo envió que no lo comparta más?

Hay un método muy sencillo.

Requiere internet. Quien no tenga acceso a internet, de seguro conoce a alguien que sí lo tiene: pídale ayuda:

Sólo hay que copiar el texto, pegarlo en un buscador de internet y dar enter.

Y por si alguien se pregunta cómo se hace eso, aquí se explica, paso a paso:

  1. Se seleccionan uno o dos renglones del texto, (se selecciona pasándole por encima el cursor, mientras se mantiene oprimido el botón alterno del ratón, para que quede sombreado el texto seleccionado).
  2. Se copia dicho texto (dando clic en el teclado simultáneamente a la tecla de control y a la C).
  3. El texto copiado se pega en el ‘buscador’, que es la cinta blanca que está en la parte superior de la pantalla, la que se usa para realizar búsquedas en internet. (para pegarlo se pone el cursor al inicio de dicha cinta y en el teclado se da clic simultáneo a la tecla de control y a la V).
  4. Por último se da clic en la tecla de ‘enter’. Eso es todo.

De inmediato aparecen en la pantalla los sitios de internet donde ha sido publicado el texto copiado.

Si se trata de un texto auténtico del Papa, aparece en primer lugar el sitio oficial del Vaticano (www.vatican.va), u otras páginas también oficiales, como news.va, y rome reports, que suelen difundir palabras del Papa que no siempre salen en el sitio vaticano, como por ejemplo, las homilías que pronuncia el Papa en la Misa que celebra diario en la capilla de su casa en santa Martha.

Pero si se trata de un texto falso, aparecen en primer lugar blogs de particulares o tal vez páginas católicas no oficiales, administradas por personas que por lo visto se fueron con la ‘finta’ y se apresuraron a publicar algo sin antes checarlo.

La regla de oro a seguir es: todo texto atribuido al Papa hay que comprobarlo; si es auténtico, difundirlo, si es falso, borrarlo.

Ale M Sosa E comparte lo que publica en la pag web y de Facebook de Ediciones 72 editorial católica.

Publicado en ‘Desde la Fe’, Semanario de la Arquidiócesis de México, domingo 1 de junio de 2014.