9 consejos para que no naufraguen los niños que navegan solos por internet
Alejandra María Sosa Elízaga*
Que los niños naveguen por internet sin supervisión es peligrosísimo. Los expone a contenidos que pueden dañarlos moral y físicamente. Y no sólo a ellos, sino a quienes les rodean. Lamentablemente, como durante la pandemia las clases son virtuales, quienes trabajan fuera de casa dejan a sus niños solos ante la computadora, recomendándoles usarla para clases y tareas, pero éstos pueden ceder a la curiosidad y a la presión de sus amigos y visitar sitios que los pongan en grave riesgo.
Pensando en ello, he aquí 9 consejos para que quienes tienen a su cargo niños en ese caso, los compartan y platiquen con ellos.
1. Cuidado con supuestos ‘amigos’
En facebook te puede solicitar ser tu ‘amigo’ alguien que no conoces. No creas que porque se dice tu ‘amigo’ lo es. Un amigo es alguien que te conoce, te quiere, te acepta como eres, está contigo en las buenas y en las malas. Los amigos del ‘face’ no saben nada de ti, son superficiales, y pueden ser gente que busca tu amistad para ver qué saca. Cuidado. No quieras tener muchos ‘amigos’ para parecer muy ‘popular’. Mejor tener pocos y que los conozcas personalmente.
2. Nada de burlas o insultos (bullying)
Aprovechando que no da su nombre, mucha gente en redes dice groserías, critica, ataca y se burla de los demás. Nunca lo hagas. Recuerda Jesús nos pide amar a los demás. Eso significa respetarlos y querer su bien. Las burlas nunca hacen bien. Quien las sufre se puede poner tan triste que puede quitarse la vida. Es terrible. No importa si tus amigos lo hacen, tú piensa cómo se puede sentir quien recibe esas burlas y no participes.
3. No mientas y cuídate de los mentirosos
Mucha gente miente en internet, tú recuerda que Dios te pide: “no mentirás”. No inventes que eres mayor, no publiques fotos ajenas como tuyas, no difundas cosas falsas. Y no creas todo lo que lees. Hay delincuentes que fingen ser de tu edad, te dan nombres falsos, te enseñan fotos falsas, y cuando ganan tu confianza, te piden ir a algún lugar, mentirles a tus papás y salirte a verlos a escondidas. Pero cuando llegas te raptan. Si alguien que conociste en internet quiere verte, que sea en un lugar público y ve con un adulto.
4. No entres a sitios sólo para adultos
Hay páginas que nadie, ni tú ni los adultos, deberían ver, porque enferman el alma y la mente. Promueven usar a los demás como objetos de placer, vuelven a la gente adicta a conductas muy egoístas y negativas, de las cuales difícilmente pueden zafarse. Ni por curiosidad te asomes allí ni dejes que te convenzan de verlas.
5. Cuidado con lo que compartes
Si te piden tomarte fotos sin ropa o de partes íntimas de tu cuerpo jamás lo hagas. No está bien y no sabes a quién se las van a enseñar. Tampoco presumas lo que tienen tus parientes o amigos (dinero, casa, autos). No muestres fotos de tu casa o familia que pueda ver alguien que aproveche para robar, extorsionar, secuestrar.
6. Cuidado con los retos
Muy seguido aparecen en redes retos para que hagas cosas que pueden poner en riesgo tu salud o incluso tu vida. No tienes que probarle nada a nadie, no participes.
7. Examina tus razones
Que lo que te mueva a entrar a un sitio o enviar un mensaje no sea ‘ser popular’ o dártelas de ‘valiente’. Si te dicen: ‘no pasa nada’, es que sí pasa. Si te dicen: ‘no tiene nada de malo’, desconfía. No hagas nada porque ‘todos lo hacen’, nunca es buena razón.
8. Cuidado con mensajes de la Nueva Era (New Age)
No todos los mensajes que hablan de Dios, Jesús, María, los santos, los ángeles o el Papa son ciertos. No los compartas sin antes averiguar si son católicos, porque hay muchos que parece que lo son, pero en realidad buscan desviar tu fe.
9. Recuerda con quiénes estás navegando
Ten siempre presente que junto a ti están Jesús, María y José y tu Ángel de la Guarda. Si te da pena que vean lo que estás viendo en pantalla, es que no debes verlo tú tampoco. Navegar en internet puede ser muy bueno cuando es para aprender cosas útiles, comunicar algo positivo, divertirte sanamente. Aprovéchalo para bien.