y los envió por delante...
a todas las ciudades y sitios a donde ÉL había de ir...'
(Lc 10,1)

¿Sí te acuerdas que es la Navidad?

Alejandra María Sosa Elízaga*

¿Sí te acuerdas que es la Navidad?

Caminaba entre el aroma de los pinos y del ponche recién hecho, entre filas de puestos donde se venden figuras para Nacimiento, heno, musgo, portalitos, velas, coronas de Adviento, piñatas y toda clase de artículos navideños, cuando al pasar frente a una familia que miraba una serie de lucecitas que parpadeaban y tocaban villancicos al mismo tiempo, alcancé a oír que el papá le preguntó a su niña: '¿sí te acuerdas qué es la Navidad?', a lo que ella replicó emocionada: ¡¡sí!!, ¡¡que viene Santa Claus!! 

La respuesta lo hizo reír y a mí me apachurró el corazón.

¿Cómo fue que sucedió que las celebraciones en torno al Nacimiento de Jesús se volvieron más importantes que éste, al grado de hacer que muchas personas ni se acuerden de Él?

Se me ocurre, y perdónenme si suena exagerado, que esto tiene el típico sello discreto y eficaz de ése al que Jesús llamó el 'príncipe de la mentira'.

Es característica suya promover algo aparentemente bueno para que las personas lo acepten sin chistar, y luego usar aquello mismo para apartar a la gente de lo verdaderamente bueno.

En el caso de la Navidad ha conseguido que lo que empezó siendo positivo (reunirse a celebrar, merendar sabroso, dar regalos) se volviera lo principal y en muchísimos casos, lo único.

Ha conseguido que se distorsione la razón por la cual se habla de amor y paz en Navidad (que nace Aquel que es el Amor y que nos trae la verdadera paz), y en su lugar se mencione un ambiguo 'espíritu navideño', una especie de altruismo sin causa, que se contagia, como la gripa, en 'esta temporada'.

Ha conseguido que se hable de la 'magia de la Navidad', para que la gente atribuya el atractivo de ésta a algo 'mágico', despojado de todo significado religioso.

Ha conseguido que incluso ¡lo religioso se distorsione!: me contó una amiga que en un seminario de 'auto-superación', de ésos que se han puesto de moda, el orador invitó a los asistentes a pedir un deseo al 'ángel de la Navidad', ¡háganme el favor!, ahora resulta que hay un 'ángel de la Navidad' que concede deseos. ¡Cuánto disparate! 

Y lo más doloroso es que este intento de paganizar esta gran fiesta del cristianismo ha afectado a millones de niños que ahora esperan con más ilusión la venida de Santa Claus ¡que la del Niño Dios!

Me dio tristeza aquella niñita en el mercado, porque tiene puesta su esperanza en un viejito panzón vestido de rojo que tarde o temprano la dejará defraudada.

Por ello se me ocurrió plantear aquí algo que quizá sirva como punto de partida para los lectores que quieran platicar con sus niños para ayudarlos a darse cuenta de que en Navidad lo importante es el Niño Jesús, no Santa Claus. Son planteamientos dirigidos a los niños.

¿Quién es Santa Claus? Un personaje pintoresco que sólo existe para quien cree en él. ¿Quién es Jesús? Dios, que vive desde siempre y para siempre.

¿Qué es lo que supuestamente ha hecho Santa Claus? Juguetes. ¿Qué ha hecho Jesús? ¡Todo! Es el creador del mundo, del universo entero y de todas las cosas buenas que hay en él; es el que te hizo a ti y a todos tus seres queridos. Dice la Biblia que todo fue hecho por Él (ver Jn 1, 3); sin Él ¡no existiría nada!

¿A quienes está destinado lo que hace Santa Claus? Sólo a los niños dizque 'bien portados' cuyos papás tienen suficiente dinero. Por eso deja a muchos niños pobres muy tristes, sin recibir nada ¿A quién está destinado lo que ha hecho Jesús? A ¡todos! Él no discrimina a nadie, no hace diferencias entre buenos o malos, ricos o pobres. Da Sus dones a todos por igual, no deja a nadie fuera.

¿Cuándo se supone que viene Santa Claus? Sólo un día al año. En cambio Jesús está con nosotros siempre, ¡a todas horas! Él prometió -y lo cumplió- acompañarnos todos los días, hasta el fin del mundo (ver Mt 28, 20).

¿Qué hace por ti Santa Claus el resto del año? Nada (a ningún niño se le ocurre rezarle para pedirle ayuda). Si acaso se supone que se dedica a vigilarte para juzgar cómo te portas a ver si mereces regalo. ¿Qué hace por ti Jesús durante todo el año? Bendecirte, cuidarte, protegerte, llenarte de amor y de ternura, estar atento a lo que necesitas y dártelo.

¿Cuánto dura lo que te regala Santa Claus? Probablemente poco. Son cosas materiales que se gastan, rompen, pierden o llegan a aburrir y son dejadas a un lado. ¿Cuánto dura lo que te regala Jesús? ¡Hasta la eternidad! Sus dones no se gastan, son para siempre.

¿Dónde se supone que vive Santa Claus? En el Polo Norte, en un lugar helado y lejano al que nadie ha ido a visitarlo jamás porque no recibe visitas. ¿Dónde vive Jesús? En todas partes, y de manera especial ha querido quedarse en el Sagrario para que puedas ir a estar con Él cuando quieras, y cuando comulgas, está también dentro de ti.

¡Eso es lo que festejamos en Navidad: que Dios te ama tanto que quiso nacer en este mundo y ser niño como tú para darte la posibilidad de ser como Él, hijo de Dios, y regalarte una felicidad que nunca se termine y que puedas disfrutar para siempre en compañía de todos tus seres amados en la vida eterna! Es algo maravilloso que sucede aunque no haya adornos, cenas o regalos, así que no hay que preocuparse tanto por éstos y más bien hay que poner la atención en disponer el corazón para recibir en él al Niño Jesús.

En la Segunda Lectura que se proclama este domingo en Misa (ver Tes 3, 12-4,2), san Pablo nos ruega y exhorta a que vivamos “como conviene, para agradar a Dios.” Es buen momento para preguntarnos si nuestra preparación prenavideña agrada a Dios, si nos enfocamos en celebrarlo a Él o a santa Clos.

Hoy comienza el Adviento, un tiempo de cuatro semanas para poner las cosas en su lugar y no permitir que lo mundano nos domine, sino prepararnos debidamente a celebrar lo que verdaderamente vale la pena festejar: que Dios se ha quedado a vivir entre nosotros, desde aquella primera Navidad.

 

(Del libro de Alejandra María Sosa Elízaga “Gracia oportuna”, Col. ‘Fe y Vida’, ciclo C, Ediciones 72, México, p. 8, disponible en Amazon.)

Publicado el domingo 1° de diciembre de 2024 en la pag web y de facebook de Ediciones 72