Por los Caminos del Perdón

Este libro te da razones muy buenas para perdonar y ya que te ha convencido, te enseña cómo hacerlo, con un método verdaderamente práctico, un didáctico acróstico de doce pasos.

Escrito en el lenguaje de todos los días, lleno de ejemplos con los que es muy fácil identificarse, ilustrado con elocuentes caricaturas, elaboradas por la propia autora, este libro te lleva suavemente de la mano por un camino que probablemente creíste que nunca serías capaz de recorrer. Por qué perdonar, por qué es tan difícil, cómo lograrlo, qué hacer y qué no hacer, son los temas principales que se desarrollan a lo largo de sus páginas.

Miles de personas lo han leído -algunas incluso han asistido a las 'charlas sobre el perdón' que la misma autora da cuando se lo solicitan- y todas ellas han comprobado la eficacia de este método. En numerosas parroquias conservan algunos ejemplares en la sacristía, para proporcionárselo a los feligreses que al acudir al Sacramento de la Reconciliación, confiesan que no logran perdonar.

Atrévete a formar parte del grupo de lectores felices que lograron deshacerse de la pesada carga de resentimiento que venían arrastrando. ¡Haz la prueba! ¡No quedarás defraudado!

Comentarios de Lectores

"Pasé treinta años peleada con mi hermana, y luego de escuchar las charlas del perdón y leer este libro, sentí cómo se deshacía el rencor que había guardado tanto tiempo." 
(nombre reservado a petición de la persona), México, D.F.

"He visto el gran bien que este libro ha hecho a numerosas personas que se han confesado de falta de perdón. Lo recomiendo ampliamente. Sin duda alguna que el Espíritu Santo iluminó a la autora cuando lo hizo." 
Pbro. Salvador Martínez, MSpS, México, D.F.

"Este libro logró lo imposible: que me reconciliara con mi esposo. ¡Doy gracias a Dios por haberlo puesto en mi camino!" 
(nombre reservado a petición de la persona), México, D.F.

"He dado los temas de este libro a diversas personas, y siempre con magníficos resultados".
Margarita Arista de Ochoa, Cuernavaca, Mor.

"...Basta pasar de las primeras páginas para verse depuesto del estrado de juzgador y conducido al banquillo de acusado, pero conducido no con violencia ni rudeza, sino con cariño y suavidad que le permitirán un examen de conciencia, doloroso, al constatar nuestras muchas infidelidades, pero dichoso, al confrontarlas con la amorosa misericordia de Dios..."
Monseñor José Luis Guerrero, canónigo de la Basílica de Guadalupe."

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