y los envió por delante...
a todas las ciudades y sitios a donde ÉL había de ir...'
(Lc 10,1)

ROSARIO POR LA PAZ

Alejandra María Sosa Elízaga**

ROSARIO POR LA PAZ

El Papa Francisco ha pedido que sigamos orando por la paz.

Es un llamado urgente.

Basta ver las noticias para comprobar cómo en poco tiempo la violencia contra los cristianos y en particular contra los católicos, ha ido escalando de manera alarmante.

De quince días a la fecha, en Siria mataron a todos los cristianos de la aldea de Maaloula.

En un centro comercial de Nairobi, Kenia, torturaron y mataron a 67 niños, mujeres y hombres cristianos.

En Dorawa, Nigeria, fueron asesinados un pastor y su hijo y su iglesia fue quemada.

En Peshawar, Pakistán, en una iglesia activaron unas bombas suicidas, mataron a 90 personas y dejaron a 120 heridas.

En Derna, Libia, dos jóvenes cristianos fueron asaltados y asesinados a balazos por negarse a apostatar de su fe en Cristo.

El domingo pasado, en Potiskum, Nigeria, fue quemada una universidad cristiana y asesinados 50 estudiantes.

Basten estos ejemplos para comprender que tenemos que redoblar esfuerzos rezando por la paz.

Una manera de responder a este llamado es rezando el Santo Rosario diariamente, y también reunirnos con familiares y amigos los sábados de octubre (día y mes dedicados al Santo Rosario), y rezarlo, no mecánicamente, sino en diálogo con María, para encomendarle el mundo a la Reina de la Paz. Desde luego ello no excluye el diario rezo del Rosario, sea en familia, en la Iglesia o individualmente.

Se presenta aquí un ejemplo de lo que se puede pedir en cada Misterio, pero desde luego cabe que cada participante añada intenciones en sus propias palabras.

 

Misterios Gozosos


1. Anuncio del Ángel a María

María: Tú, que aceptaste dócilmente que se cumpliera en ti la voluntad de Dios, ruega, te suplicamos, por los líderes y gobernantes de los países en donde impera la violencia, para que abran su corazón al mandamiento de amor que nos dio tu Hijo Jesús, y se esfuercen por privilegiar el diálogo y la reconciliación y establecer condiciones de justicia y solidaridad que permitan que en sus países reine la paz.

(Padrenuestro, 10 Avemarías, Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo...
María, Madre de Gracia, Madre de piedad y de misericordia, defiéndenos del enemigo y ampáranos ahora y en la hora de nuestra muerte, Amén.
Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados y líbranos del fuego del infierno. Lleva al cielo a todas las almas, especialmente a las más necesitadas de Tu Divina Misericordia. Sagrado Corazón de Jesús, en Vos confío. Santa María, Reina de la paz, ruega por nosotros
). Esto se repite en cada Misterio.

 

2. La Visitación

María: Tú que acudiste presurosa en ayuda de tu prima Isabel, te rogamos que socorras a cuantos padecen a causa de la violencia, en especial a los más vulnerables y frágiles, los niños, las mujeres, los ancianos, los enfermos, los que han perdido a sus seres queridos, los refugiados. Que encuentren en tu amor maternal refugio y consuelo. (Padrenuestro...)

 

3. Nacimiento de Jesús en Belén

María: Tú que diste a luz a Jesús en una cueva oscura que se iluminó con Su presencia, ruega a Tu Hijo que ilumine los corazones oscurecidos por el odio, el rencor, el deseo de venganza, para que cese toda violencia, para que no haya guerras. Que el Príncipe de la paz nazca en cada corazón y lo vuelva como Él, manso, humilde, misericordioso. (Padrenuestro...)

 

4. Presentación de Jesús en el Templo

María: A ti, Madre de la Iglesia, te pedimos por los cristianos que, en todo el mundo, son víctimas de persecuciones, torturas, asesinatos y quema de iglesias, conventos, y escuelas. Protégelos y ruega por ellos para que con la gracia de Dios se vean libres de sus enemigos y salgan de esta prueba fortalecidos en su fe, esperanza y caridad (Padrenuestro...)

 

5. Jesús perdido y hallado en el Templo

María: Tú que buscaste angustiada a Jesús cuando lo creías perdido, y lo hallaste en el Templo, ruega por todas las personas que han perdido seres queridos. Que los secuestrados puedan regresar a sus hogares; que los que fallecieron víctimas de la violencia, puedan alcanzar el cielo. Ruega que la fe nunca sea motivo de discordia sino de encuentro fraterno entre los pueblos. Que podamos vivir en paz y como hermanos.

(Padrenuestro...)

(Finalizar con las oraciones que suelen rezarse al terminar el Rosario)

*Publicado el domingo 6 de octubre de 2013 en ‘Desde la Fe’, Semanario de la Arquidiócesis de México, año XVII, n.867, p.6. También en la pag web de ‘Desde la Fe’ (www.desdelafe.mx) y en la del Sistema Informativo de la Arquidiócesis de México (www.siame.com.mx)