y los envió por delante...
a todas las ciudades y sitios a donde ÉL había de ir...'
(Lc 10,1)

Miércoles de Ceniza en el Año de la fe

Alejandra María Sosa Elízaga**

Miércoles de Ceniza en el Año de la fe

Los ríos de gentes que acuden a las iglesias el Miércoles de Ceniza, constituyen un reto para la inventiva pastoral.

¿Cómo lograr que quienes acuden a recibir ceniza por costumbre, por inercia y hasta por superstición comprendan y aprovechen su verdadero sentido?

En algunas parroquias cuando se juntan suficientes fieles, se cierra la puerta, se les explica el significado de la ceniza, se les impone, se les deja salir y así una y otra vez.

Pero ¿qué hacer con quienes no desean escuchar una explicación o van con prisa? Se propone aquí un rito breve que consta de tres partes:

  1. Al inicio se le da a los fieles la oportunidad de responder al llamado del Papa de renovar consciente y frecuentemente la profesión de su fe en este Año de la fe.
    Además ello permite que no se conformen con recibir pasivamente la ceniza, sino que participen, asumiendo su identidad católica.
  2. Después se reza una brevísima oración que en pocas líneas deja ver qué sentido tiene recibir la ceniza, un modo discreto y eficaz de proporcionar una enseñanza a quienes no tendrían tiempo (o ganas) de escucharla.
  3. Por último se impone la ceniza siguiendo el rito habitual.

 

PROPUESTA DE RITO BREVE PARA IMPONER LA CENIZA

(El ministro que impondrá la ceniza, saluda fraternalmente a los asistentes y dice:)

El Papa Benedicto XVI nos ha convocado, en este Año de la fe, a celebrar y compartir las verdades reveladas por Dios, en las que, como católicos, creemos. En respuesta a su invitación, iniciemos nuestro camino cuaresmal en este Miércoles de Ceniza, haciendo juntos la profesión de nuestra fe.

Pregunto en plural (‘¿creen?’), pero cada uno debe responder en singular (responden: ‘sí creo’).

¿Creen ustedes en Dios Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra? (responden: ‘sí creo).

Creen en Jesucristo, Su Hijo único y Señor nuestro, que nació de la Virgen María, padeció y murió por nosotros, resucitó y está sentado a la derecha del Padre? (responden:‘sí creo’).

¿Creen en el Espíritu Santo, en la Santa Iglesia Católica, en la Comunión de los Santos, en el perdón de los pecados, en la Resurrección de los muertos y en la vida eterna? (responden: ‘sí creo’).

Ésta es nuestra fe, la fe de la Iglesia, que nos gloriamos en profesar, en Jesucristo nuestro Señor. Amén.

 

OREMOS:

Señor:

Como Tu pueblo elegido que empleaba la ceniza
como señal de arrepentimiento, dolor y penitencia,
concédenos recibirla hoy que inicia la Cuaresma,
no sólo por costumbre ni por superstición,
sino para expresar nuestro deseo de conversión,
nuestro propósito de apartarnos del pecado,
reconciliarnos Contigo, y crecer en fe, esperanza y amor,
a través de los caminos que propone Tu Iglesia:
abstinencia y ayuno, caridad y oración.

Que en nuestro camino cuaresmal Tu Palabra sea nuestra luz, 
y la Eucaristía el alimento que fortalezca nuestro corazón
para acompañarte hasta la cruz 
y en la Pascua poder celebrar contigo
que derrotaste la muerte con Tu Resurrección.
Amén

(El ministro impone la cruz de ceniza en la frente de los fieles. Al trazarla dice:)

Conviértete y cree en el Evangelio.

*Publicado el domingo 10 de febrero de 2013 en ‘Desde la Fe’, Semanario de la Arquidiócesis de México, año XVII, n.833, p.6. También en la pag web de ‘Desde la Fe’ (www.desdelafe.mx) y en la del Sistema Informativo de la Arquidiócesis de México (www.siame.com.mx)
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