y los envió por delante...
a todas las ciudades y sitios a donde ÉL había de ir...'
(Lc 10,1)

¿Por qué leer la Biblia?

Alejandra María Sosa Elízaga*

¿Por qué leer la Biblia?

Septiembre es el ‘mes de la Biblia’, tiempo que la Iglesia dedica a animarnos a leer la Palabra de Dios, reflexionarla, amarla, vivirla y comunicarla.

Y si acaso te preguntas, ¿por qué vale la pena leer la Biblia?, considera estas 4 razones:

1. Porque Dios la inspiró

Detrás de todos los autores bíblicos está el Espíritu Santo, el ‘Autor intelectual’, que respetando las características y personalidad de cada uno, les inspiró a todos un mismo mensaje, perfectamente coherente a pesar de que fue escrito a lo largo de más de diez siglos y por personas de los más diversos lugares y condiciones. La Biblia nos habla de Dios y Dios nos habla en la Biblia.

Y ante un Dios que habla la actitud más sabia es la de la escucha. Una y otra vez en la Biblia leemos la importancia que tiene el poner atención a lo que Dios quiere decirnos.
"Ojalá escuchéis hoy Su voz...no endurezcáis el corazón" (Sal 95,7-8).

2. Porque Jesús recurrió a la Sagrada Escritura

Jesús empezó Su ministerio público citando un texto del profeta Isaías (ver Lc 4,16-21); Sus últimas palabras en la cruz fueron tomadas de un Salmo (ver Sal 31,6), y en los Evangelios vemos cómo aprovechó la Sagrada Escritura para orar (ver Mt 27,46 y Sal 22,2; Lc 23, 46 y Sal 31,6) para referirse a Sí mismo (ver Mt 26, 64 y Dn 13-14) para explicar Su misión (ver Mt 11,2-6; Is 26,19; 29,18; 35,5; 61,1); para dar enseñanzas (ver Mt 19,18), para corregir a los equivocados (ver Lc 20,27-39), etc. 

Si Jesús recurrió a la Sagrada Escritura en todos los momentos de Su vida, nosotros, que queremos seguirlo, estamos llamados a imitarlo.

3. Porque Jesús encomendó la Sagrada Escritura a la Iglesia que fundó y de la que formamos parte

Una de las primeras cosas que hizo Jesús después de resucitar fue ‘abrirles el entendimiento’ a Sus apóstoles para que pudieran entender la Sagrada Escritura (lo que hoy conocemos como ‘Antiguo Testamento’) y aprender a interpretarla relacionándola con Él (ver Lc 24, 27.44-45).

Y luego de Su Ascensión les envió el Espíritu Santo que les había prometido para que, entre otras cosas, les recordara Sus Palabras (ver Jn 14,26). Ello permitió que pudieran predicar en Su nombre y, también escribir y difundir lo que hoy conocemos como ‘Nuevo Testamento’.

Puede decirse que una de las razones por las que Jesús fundó la Iglesia fue para que nos transmitiera con verdad y sin error Su Palabra, y fuera la autoridad competente que nos enseñara a interpretarla (pues si cada persona la interpretara a su modo, habría muchas interpretaciones opuestas, pero sólo una puede ser verdadera).

Como miembros de la Iglesia Católica, la Palabra de Dios es para nosotros fundamental. De la Biblia están tomadas las Lecturas y oraciones de la Misa, el santo Rosario, y las incontables oraciones y devociones que empleamos todos los días.

4. Porque los creyentes católicos nos nutrimos del Pan y de la Palabra

Según testimonio de san Justino mártir, del siglo II, las primeras comunidades cristianas se reunían no sólo a compartir la Eucaristía sino a leer la Palabra de Dios.

En la Biblia encontramos las razones de nuestra fe, la luz que ilumina nuestros pasos, y el medio privilegiado que nos permite conocer al Señor, para amarlo y seguirlo, y animar a otros también a conocerlo, amarlo y seguirlo.

(Del libro de Alejandra Ma Sosa E “¡Desempolva tu Biblia! Guía práctica para empezar a leer y disfrutar la Biblia”, Ediciones 72, México, 2011.).

Publicado en 'Desde la Fe', Semanario de la Arquidiócesis de México, domingo 18 de septiembre de 2016, p. 2