y los envió por delante...
a todas las ciudades y sitios a donde ÉL había de ir...'
(Lc 10,1)

Ayuda en verano

Alejandra María Sosa Elízaga*

Ayuda en verano

En un céntrico parque hay unos jóvenes, cada uno de los cuales porta un letrero que llama la atención: “AVE MARÍAS GRATIS. Rezo contigo por lo que necesites”.

Inspirados por una campaña que estuvo de moda hace tiempo, y que consistía en pararse en algún lugar público con un letrero que decía “abrazos gratis”, estos jóvenes católicos le dieron un giro acorde con la fe que profesan, y en lugar de ofrecer solamente abrazar a la gente, le ofrecen algo que además de confortarla momentáneamente, va más allá, trasciende, y puede realmente hacer una gran diferencia en su vida: encomendarla a Dios, a través de la amorosa y poderosa intercesión de María.

Comentan que han tenido muy buena respuesta, mucha gente se detiene, se acerca, les pide orar por un ser querido enfermo, encontrar trabajo, superar cierta problema o dificultad, y se marcha con otra expresión en la cara, con renovada esperanza, con recobrada paz.

En otra parte de la ciudad, un grupo de niños, capitaneado por el papá de uno de ellos, va de casa en casa recolectando periódico. 

Tienen una vecina viejita, a la que unos vándalos le grafitearon las paredes exteriores de su vivienda, y ella no tiene dinero ni fuerzas para repintarla, así que decidieron ayudarla. Venderán el periódico recolectado, comprarán pintura y dejarán como nueva la fachada de la casa de la ancianita, que aguarda ese momento muy emocionada y agradecida.

En casa de una amiga de la mamá de una de ellas, se reúnen muchas jovencitas para aprender a tejer. Se han propuesto hacer la mayor cantidad de bufandas y chales que puedan, para repartirlos en invierno entre personas de escasos recursos que padecen frío.

Tres ejemplos distintos que tienen en común una palabra: verano.

Son proyectos que jóvenes y niños realizan durante las vacaciones, para dedicarlas no sólo a descansar, divertirse o asistir a uno de esos ‘cursos’ que los mantienen ‘entretenidos’, sino para dar lo más valioso que tienen: su tiempo, su talento, su disponibilidad.

Qué gran manera de aprovechar el tiempo de descanso, ingeniándoselas para hacer algo por los demás.  ¡Quiera Dios que se multipliquen estos buenos ejemplos!

Publicado en 'Desde la Fe', Semanario de la Arquidiócesis de México, domingo 3 de julio de 2016, p. 2