y los envió por delante...
a todas las ciudades y sitios a donde ÉL había de ir...'
(Lc 10,1)

Compensar el desamor

Alejandra María Sosa Elízaga**

Compensar el desamor

Son tan maravillosas las doce promesas que hizo el Sagrado Corazón de Jesús a quienes, habiéndose confesado, asistan a Misa y comulguen nueve primeros viernes de mes (sin interrupción), que es comprensible, aunque también lamentable, que mucha gente practique esta devoción sólo para obtener las gracias prometidas y luego se olvide de Él. Seguro ello lo entristece.

Por eso se me hace genial que exista una asociación de laicos, religiosos, sacerdotes y obispos, cuyo solo objetivo es amar al Sagrado Corazón de Jesús, glorificarlo, es decir, rendirle el honor que merece, y reparar las ofensas que continuamente recibe.

¿Cómo se logra esto?

De la manera más ingeniosa y simple que pueda imaginarse: cada uno de los asociados elige libremente una hora del día para ofrecerla al Sagrado Corazón; no tiene que cambiar sus ocupaciones habituales, ofrece lo que sea que le toque vivir en ese momento.

Al inicio de la hora hace una brevísima oración a Dios Padre, en la que expresa que, unido a María y a los discípulos fieles al pie de la cruz, san Juan y santa María Magdalena, le ofrece la sangre y agua que brotaron del Corazón de Jesús, como reparación de los pecados, por las almas del Purgatorio y por la Iglesia.

Y en algún otro momento de la hora dirige otra breve oración al Sagrado Corazón de Jesús para ofrecerle sus pensamientos, palabras, obras, alegrías, y sufrimientos de esa hora.

Es sencillo, fácil de cumplir, y garantiza que a todas horas en todo el mundo miles de fieles estén compensando con su amor, el desamor que lastima el sensible Corazón de Jesús.

Esta asociación fue fundada hace casi ciento cincuenta años en Francia, en un monasterio de la Visitación, orden fundada por san Francisco de Sales, y llegó a México hace casi ciento veinticinco años.

Se llama Archicofradía de la Guardia de Honor del Sagrado Corazón de Jesús, y a ella han pertenecido personas de las más diversas condiciones, incluidos santos y no pocos Papas, varios de las cuales han concedido a los miembros poder ganar indulgencias plenarias, por ejemplo en la Solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús.

Para pertenecer sólo se requiere comprometerse a ofrecer diario la hora elegida, e inscribirse oficialmente, acudiendo a un retiro de media mañana para recibir instrucción y la imposición de su medalla de socio, en Misa.

¡Vale la pena! Informes! 
Tel: 55 98 08 68 
http://guardiasdehonor.testiws.com/

Publicado en "Desde la Fe", Semanario de la Arquidiócesis de México, domingo 10 de junio de 2012, año XVI, n. 798, p.6
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