Oración por Benedicto XVI

Alejandra María Sosa Elízaga**

Gracias, por haberle concedido al Papa Benedicto XVI cumplir ochenta y cinco años de edad, y siete en el pontificado.

Gracias, por todos los dones y cualidades con que lo has dotado.

Gracias porque le has permitido penetrar muy hondo en los senderos de la Palabra y la Verdad, y compartirnos la riqueza que ha ido hallando, desde su corazón de maestro, que conjuga a la vez sabiduría y sencillez, grandeza y humildad.

Gracias por su bondad y compasión, porque ninguna necesidad humana escapa a su interés, a su ayuda, a su oración.

Gracias por la prontitud con que se ha desprendido de planes y sueños que le eran muy queridos, para aceptar con generosidad todo cuanto le has querido encomendar.

Gracias por la alegría con que nos da testimonio de que la verdadera felicidad consiste en vivir a Tu servicio y cumplir Tu voluntad.

Gracias porque le permitiste venir a México como peregrino de fe, esperanza y caridad, conocernos, descubrir cuánto lo amamos, y correspondernos.

A Ti, que pusiste en sus manos el timón de Tu barca, te pedimos que sigas a su lado, ayudándolo a conducirla, ya sea en aguas tranquilas o en mares encrespados.

Que sigas colmándolo de paz y fortaleza y derramando en él Tu gracia y bendición.

Y que nuestra dulce Madre, Santa María de Guadalupe siga arropándolo en su regazo y velando por él con maternal intercesión.

Te lo pedimos y agradecemos, gozosos de que nos hayas puesto bajo el cuidado de este entrañable pastor, al cual enviamos desde estas sus amadas tierras mexicanas, un transatlántico abrazo, que esperamos le exprese nuestra fidelidad y nuestro amor.

* Publicado en "Desde la Fe", Semanario de la Arquidiócesis de México, domingo 29 de abril de 2012, año XVI, n.792, p.6
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