y los envió por delante...
a todas las ciudades y sitios a donde ÉL había de ir...'
(Lc 10,1)

¡Ya nos contaron la película!

Alejandra María Sosa Elízaga**

¡Ya nos contaron la película!

Te ha ocurrido que en el cine te sientas junto a alguien que ya vio la película y se la pasa contando lo que ocurrirá?

En plena persecución de autos dice: 'se escapa, pero luego lo agarran'; ante un misterioso crimen: 'el asesino es ese pelón'; en un enredo romántico: 'al final se casan'... No hay '¡¡¡ssshhhhh!!!' demasiado fuerte ni ojos de pistola que hagan que el sabelotodo aguafiestas enmudezca y nos deje disfrutar la emoción de no saber qué sigue.

No nos gusta que nos cuenten el final de una película, pero en la vida real, ¡cómo quisiéramos que nos lo platicaran!

Cuando la trama de nuestra existencia se complica tanto que ya no entendemos nada ('¿por qué me toca esto a mí?, '¿qué vendrá después?', '¿saldremos de ésta?', '¿cuándo terminará este dolor, esta angustia, esto tan desgastante y difícil?'), quisiéramos que alguien nos pudiera decir si vamos bien, si superaremos pronto el atolladero...

La Iglesia es ese alguien.

Nos da luz para el camino, nos ayuda a restaurar nuestra esperanza.

Este domingo nos recuerda: que nuestro Señor Jesucristo es Rey del Universo, y reina sobre todas nuestras realidades: vida, salud, familia, amigos, trabajo, proyectos, y que aunque parezca lo contrario no reina el caos o la tiniebla porque aquí el único Rey es Jesucristo.

Y si alguien replica: 'pero si deja que me enferme o enfermen mis seres queridos, o peor, se mueran, y sigo con problemas, ¿de qué me sirve que Jesucristo sea Rey?', cabe responderle que no debemos contemplar el Reino de Dios con criterios mundanos, pensar que por ser Rey debe librarnos de todo lo malo que nos pasa.

Considera esto: ¡no se libró a Sí mismo de lo que le esperaba!, y ¡mira que le esperaba algo atroz que lo angustió tanto que sudó sangre! Sabía que Su Padre podía enviar ángeles para defenderlo (ver Mt 26, 53), que Sus seguidores podían impedir que lo apresaran (ver Jn 18, 36) pero rechazó esas opciones.

Cuesta trabajo imaginar que alguien tenga el poder para zafarse de algo malo y no lo use. Nosotros en Su lugar, al ver llegar a Judas con los soldados hubiéramos usado nuestro poder divino para ordenarles: '¡engarrótense ahí!', y aprovechando su inmovilidad, ¡salir corriendo!

Se nos olvida que Jesús dijo: "Mi Reino no es de este mundo" (Jn 18, 36), es decir, no es un Reino destinado a este mundo, a establecer que en este mundo todo sea ideal y perfecto.

Este Rey no vino a asegurarse de que nadie se te muera, sino de que quienes mueren no queden muertos para siempre; no vino a impedir que te metas en callejones oscuros, sino a que cuando te toque atravesarlos, Su luz te permita encontrar la salida.

No es un rey temporal sino eterno, que aceptó padecer por nosotros para que un día no tengamos ya que padecer; que aceptó morir por nosotros para que pudiéramos vivir para siempre con Él.

Ello no significa que nos tengamos que resignar a sufrir en este 'valle de lágrimas', no.

El Reino no es de este mundo, pero comienza aquí, y es un Reino de amor, de paz, de verdadero gozo, y si nuestro Rey no siempre interviene para evitar las dificultades que enfrentamos, no significa que no le importe o quiera que suframos (Él sabe bien lo que es sufrir y le duele nuestro sufrimiento porque es compasivo y misericordioso), ni tampoco significa que no haga nada, ¡lo hace!, nos regala a manos llenas los materiales que necesitamos para empezar, desde ya, a construir y habitar Su Reino en la tierra; nos da lo que nos hace falta para salir adelante: Su gracia inagotable, fortaleza; paciencia; amor, ayuda de conocidos e incluso de desconocidos...

Hoy la Iglesia nos cuenta la película; nos avisa que todo termina bien, que gana el Bueno, que por truculenta que nos esté pareciendo la historia (la personal, la de los otros, la del mundo), no debemos desanimarnos ni desesperar.

El bien triunfa, el Señor es el Rey y el mal no tiene ahora ni jamás tendrá la última palabra.

*De ‘¿Te has encontrado con Jesús?’, vol. 2 de la col. Vida desde la fe, p.59,  uno de los diez libros electrónicos de Alejandra Ma. Sosa E. que puedes disfrutar gratuitamente en esta página. Da clic aquí:  bit.ly/T3Ruvv

*Publicado el domingo 24 de noviembre de 2013 en ‘Desde la Fe’, Semanario de la Arquidiócesis de México, año XVII, n.874, p.6. También en la pag web de ‘Desde la Fe’ (www.desdelafe.mx) y en la del Sistema Informativo de la Arquidiócesis de México (www.siame.com.mx) Conoce los libros de esta autora, sus cursos gratuitos de Biblia, y su ingenioso juego de mesa Cambalacho, aquí en www.ediciones72.com