y los envió por delante...
a todas las ciudades y sitios a donde ÉL había de ir...'
(Lc 10,1)

Buen Fin

Alejandra María Sosa Elízaga**

Buen Fin

La primera vez que alguien me dijo: ‘que tengas un buen fin’, respondi: ‘sí, eso espero, con la gracia de Dios, tener un buen fin y llegar al cielo; ¡que tú también tengas un buen fin!’.

Se me quedó viendo con cara de ‘¿quéee?’ y replicó: ‘¡yo nomás te estaba deseando un bonito fin de semana!’

 Recordé aquello en estos días en que en muchos negocios anuncian con letras rojas: ‘El Buen Fin’.

 Cuando los vi, casi cometí el error de creer que los comerciantes habían tenido una conversión masiva (más I.V.A.), y nos estaban invitando a prepararnos para el fin de los tiempos, o que al menos nos deseaban un agradable descanso en casa, pero pronto averigüé que nos estaban invitando a aprovechar ofertas y descuentos especiales que ofrecerán sólo este fin de semana.

 Entonces se me ocurrió que ya que el mundo toma lo que para nosotros tiene un profundo significado espiritual y le da un sentido material (ahí tenemos de ejemplo la Navidad, convertida en pretexto para gastar en cenas y regalos, y la Semana Santa, convertida en pretexto para salir y gastar en vacaciones), bien podemos pagarle con la misma moneda, y al ‘Buen Fin’, que ahora tiene un sentido meramente material, darle un sentido espiritual, y ofrecer nosotros también ¡¡grandes ofertas!! que nos traerán ¡ahorros fabulosos!, pues como siempre sucede, Dios nos multiplica lo que damos, y el bien que hacemos a otros, nos enriquece también a nosotros.

 Y así por ejemplo, podemos ofrecer nuestro perdón al ¡dos por uno!: que al perdonar la ofensa más reciente que nos hicieron, de una vez perdonemos las anteriores.

 Que les demos a los demás ¡grandes facilidades! para reconciliarse con nosotros.

 Que si alguien nos debe una disculpa y tarda en dárnosla, le cobremos ¡cero intereses!

 Que otorguemos ¡crédito gratis! a los demás y de sus gestos, palabras, acciones y omisiones, presupongamos siempre sus buenas intenciones.

 Que le hagamos un ¡increíble descuento! al tiempo que dedicamos a contemplar una pantalla, y se lo dediquemos mejor a nuestra familia, o a visitar a alguien que está enfermo, o a hacer alguna obra de caridad.

 Que no exijamos a los demás lo que no puedan darnos, y siempre les otorguemos ¡cómodas mensualidades! para que a su paso, a su ritmo, según su capacidad, puedan mostrarnos su cariño y amistad.

 Que hagamos ¡la máxima rebaja! a nuestra irritabilidad; a nuestra tendencia a juzgar, a criticar, a chismorrear; a nuestra resistencia a ayudar; a nuestra flojera e indiferencia.

Que a aquellos con quienes convivimos les ofrezcamos un ¡paquete todo incluido! de comprensión, paciencia y tolerancia.

 Que otorguemos a los demás ¡amplios plazos! para que puedan enmendar sus errores, recuperar nuestra confianza, recobrar nuestra amistad.

 Que hagamos una ¡generosa oferta! de sonrisas y comentarios positivos, y una ¡liquidación total! de malos hábitos, vicios, pecados y de toda actitud que nos estorbe para ser como Dios quiere que seamos.

 Y que a diferencia de otros que en cada compra regalan una insignificancia, regalemos ¡de pilón! en cada palabra que digamos, en cada cosa que hagamos o dejemos de hacer, lo mejor y más importante: nuestro testimonio cristiano, la alegría de nuestra fe.

 Si estamos haciendo esto cuando el Señor venga, y vendrá, cuando menos lo esperemos, como dice san Pablo en la Segunda Lectura que se proclama este domingo en Misa (ver 1Tes 5, 1-6), nos encontrará amando, perdonando, ejerciendo nuestros dones con caridad, y podremos entregarle ¡muy buenas cuentas!, como las pide en el Evangelio dominical (ver Mt 25, 14-30).

 Recibiremos entonces nuestra ganancia: un verdadero Buen Fin, que no sólo durará tres días, sino será el inicio de una felicidad que abarcará toda la eternidad.

*Publicado el 13 de octubre de 2013 en 'Desde la Fe', Semanario de la Arquidiócesis de México (www.desdelafe.mx) y en la pag. del Sistema Informativo de la Arquidiócesis de México (www.siame.com.mx). Conoce los libros y cursos de Biblia gratuitos de esta autora y su ingenioso juego de mesa 'Cambalacho' aquí en www.ediciones72.com